El desafío económico del 2012
29 de diciembre de 2011La crisis de la deuda no deja indiferentes ni siquiera a las empresas más fuertes. Ese es el resultado de un estudio realizado por el Instituto de la Economía Alemana (IW), con sede en Colonia, que consulta a las asociaciones de las 46 ramas principales de la economía germana acerca de sus expectativas para el año entrante. Una cosa queda calara: el ánimo actual es peor que el de hace 12 meses. Así lo estiman los miembros de 23 de las asociaciones encuestadas.
“Lo que se revela en este decaimiento general está en cierta contradicción con las previsiones concretas y sólidas de las ramas individualmente consideradas”, señala Michael Hüther, en conversación con Deutsche Welle. Lo que el especialista quiere decir es que, si se mira con más atención, se descubre una imagen más optimista de la que cabría esperar en vista de los pronósticos drásticamente corregidos a la baja para 2012. Porque ocurre que justamente las industrias alemanas claves se muestran más bien confiadas: la automotriz, la de construcción de maquinarias, la química, la manufacturera y la de la construcción. Todas ellas esperan un volumen de negocios igual o mayor que el de 2011. En total, 26 de las 46 asociaciones coinciden en esta postura básicamente positiva y cuentan con aumentos de ventas o de producción. Otras 9 ramas esperan que las cifras se mantengan constantes.
La crisis es un freno
Consenso hay en cuanto a que la crisis de la deuda y sus consecuencias seguirán frenando la coyuntura económica. También los ramos con récord de ventas están convencidos de eso. ¿Se quejan de puro llenos? “De ningún modo”, opina Michael Hüther. A su juicio, en el estudio sólo se refleja la inseguridad ante incógnitas tales como hasta dónde puede escalar la crisis o si la esfera política tiene todo bajo control.
Las empresas alemanas ganaron bien en 2011 y no quieren que esas ganancias desaparezcan en las alcancías del ahorro. 29 asociaciones empresariales, es decir, la mayoría, esperan que sus afiliados mantengan su volumen de inversiones el año próximo. Además, 31 ramas parten de la base de que las cifras de empleo se mantendrán estables. Sólo ocho temen un recorte de puestos de trabajo.
Distensión en el mercado laboral
“La situación sigue distendida en el mercado laboral”, indica Hüther. A su juicio, seguirá distendiéndose, debido a la evolución demográfica. El aumento del desempleo se reducirá considerablemente, si bien el incremento de los puestos de trabajo ya no será tan notorio. “Pero el panorama del mercado laboral sigue siendo sólido y positivo, y da pie a la confianza”, asegura el jefe del IW. Según indica, eso también coincide “con lo que hemos experimentado ya en 2011 en materia de consumo privado”. Porque lo que predomina en la gente es el temor al desempleo y si esta preocupación no está presente “hay un mejor trasfondo para el consumo privado”.
Pesimismo en el ámbito financiero
Con pesimismo miran hacia el 2012 sobre todo las empresas del ámbito financiero y las del sector energético. La banca y las aseguradoras son las que más han padecido por la crisis de la deuda y las malas calificaciones de los bonos soberanos de países del sur de Europa que tienen a granel en sus carteras. Además, debido a las nuevas disposiciones, deberán reforzar sus bases de capital propio.
Los productores de energía, por su parte, deben hacer frente al abandono de la energía nuclear en Alemania, resuelto tras la catástrofe de Fukushima. Las centrales nucleares serán desconectadas paulatinamente. La consigna es ahora desarrollar el campo de las energías renovables y modernizar las redes de electricidad.
Industrias claves marcan la pauta
Pese a todos los nubarrones, Michael Hüther extrae de la encuesta un panorama general alentador para el 2012. A su juicio, se ve que sobre todo las ramas empresariales orientadas hacia la exportación –que son tan importantes para la economía alemana- tienen bases sólidas. De ello se desprende, según Hüther, una previsión acorde con los pronósticos coyunturales de su instituto para el año próximo: un 1 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto.
No obstante, el jefe del IW reconoce que tanto las empresas como los particulares se sienten actualmente muy inseguros, ya que las persistentes discusiones sobre los problemas de deuda fiscal y el futuro del euro podrían enturbiar las perspectivas.
Autor: Klaus Ulrich /Emilia Rojas
Editor: José Ospina Valencia