El Cónclave comienza sin que haya un claro favorito

Un día antes de que comience el Cónclave ni siquiera los expertos en tema Vaticano, los medios italianos, cuentan con un claro favorito. Todo está abierto y se desconoce quien será el sucesor de Juan Pablo II.

Uno de los nombres que se mencionan con mucha frecuencia es el del cardenal alemán, Jospeh Ratzinger. Según la prensa italiana entre 40 y 50 cardenales han señalizado disposición a elegirlo como el sucesor de Juan Pablo II.

De ser así, Ratzinger cuenta con más apoyo que el resto de los candidatos. Sin embargo el cardenal alemán estaría con 50 votos aún muy alejado de las 77 votos que se requieren para contar con la mayoría de dos tercios necesarios en las primeras 34 rondas de elección para poder convertirse en el sucesor de Karol Wojtyla.

Para tratar de impedir la elección de Joseph Ratzinger, según se puede leer en el periódico italiano "Corriere della Sera", los cardenales moderados y más progresistas pretenden apoyar al antiguo arzobispo de Milán, Carlo Maria Martini. Con 78 años tiene la misma edad que Ratzinger y es también un teólogo reconocido.

Sin embargo Martín padece un estado temprano de la enfermedad de Parkinson, la misma enfermedad que hizo sufrir a Juan Pablo II. Debido a esta enfermedad se dice que no es "papable". Aquellos que lo apoyan creen sin embargo que es la persona idónea para evitar que Ratzinger logre dos tercios en las primeras rondas de votación.

También se nombra al nuevo arzobispo de Milán, el cardenal Dionigi Tettamanzi, como anti-candidato a Ratzinger. Tettamanzi cuenta con una gran simpatía por su forma humana y además tiene una relación muy cercana con los feligreses.

Se espera decisión rápida

A pesar de que el Cónclave comienza sin favorito claro, en Roma se parte de que se registrará una decisión rápida. Según los pronósticos de los expertos en temas Vaticano, el Cónclave durará tres, máximo cuatro días. Esto significaría que a más tardar el próximo jueves habrá un nuevo Papa.

Los preparativos para el Cónclave han finalizado. Entre otras cosas, expertos revisaron la Capilla Sixtina, en donde se realizarán las votaciones, así como las habitaciones en Santa Marta en el Vaticano, dónde se hospedarán los cardenales, en busca de micrófonos ocultos.

Durante el Cónclave los cardenales estarán completamente aislados del mundo externo. No pueden mirar televisión o escuchar radio. Tampoco pueden utilizar el Internet o sus teléfonos móviles.

También los empleados en el área del Cónclave como personal de limpieza y conductores han jurado mantener el más riguroso secreto sobre lo que sucede en el interior de los recintos del Cónclave.

Los cardenales se dirigirán el lunes en procesión festiva a la Capilla Sextina en donde primero celebrarán una misa a medio día en la Basílica de San Pedro en la que invocarán la ayuda del Espíritu Santo para que den su voto, según Dios, por el que consideran que tiene que ser elegido.