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El cuento de nunca acabar

JAG24 de noviembre de 2003

Las disputas por la interpretación del pacto de estabilidad y su repercusión para Alemania y Francia siguen minando la credibilidad de la Unión Europea. Alemania espera una decisión adecuada a la situación de crisis.

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Eichel y Solbes: Duelo bajo el sol de la UE.Imagen: AP

Los ministros de la UE tienen que decidirse de una vez por todas sobre la interpretación del pacto de estabilidad y el ámbito de aplicación. La pregunta es si Alemania y Francia van a ponerse en contra de los deseos del comisario Pedro Solbes y si los precedentes que puede sentar esta nueva interpretación se van a aplicar también a países pequeños que, al borde de respetar el pacto, quieren un tratamiento equitativo con sus socios más grandes.

Alemania y Francia, suspenden la asignatura de economía

Alemania y Francia son el escenario y Solbes, Eichel y Mer, sus principales protagonistas. Lo demás, el cuento de nunca acabar. La UE se ha decidido por fin a atajar esta cuestión sobre déficits, deudas, ahorro, medidas y demás ingredientes de la telenovela del Ecofin. Alemania y Francia cuentan entre lo socios grandes de la Unión. Pero además de socios son deudores y se enfrentan al veredicto de la Comisión Europea para Asuntos Monetarios y Económicos (Ecofin), personalizada en la figura de Solbes, que les puede llevar a sanciones millonarias.

La otra versión

Ambos países están asomando la cabeza, tras años de crisis, y apuntan a la recuperación económica. Incumplieron los requisitos que propone la UE pero en su situación actual, si no quieren volver a suspender la asignatura, tendrán que tomar medidas. Ambos las toman, por lo menos parcialmente, cosa que no contenta del todo a la UE. Pero si aumenta el ahorro en la partida de los presupuestos del año que viene, como quiere la UE y Solbes, esta tímida recuperación de la crisis cesará y volverán a caer otra vez en el suspenso. Según la versión de Eichel y Mer, la única solución para mejorar la situación y, al final, bajar del límite de 3% del déficit impuesto por la Unión, es aumentar el plazo de ahorro en los presupuestos. Es decir, cumplir, cumplirán pero cuando, ahí está el dilema.

Ambos gigantes han tomado ya las medidas oportunas que hacen retroceder al índice de déficit, lo que muestra su predisposición al cambio. Pero esto no basta. En la Unión Europea se aprobó un pacto y unas denuncias para el que lo incumpla. El texto fue defendido en su día tanto por Francia como por Alemania y ahora se quieren bajar del carro porque son ellos los que lo incumplen. Y para ello, quieren condiciones especiales. No pueden ahorrar más y piden excedencia temporal del pacto, salvo que se interprete este de otra manera, lo que otorgaría base legal a las aspiraciones de Alemania y Francia y evitaría las sanciones económicas.

El comisario malo

La autoridad económica de la Unión no quiere aceptar otra interpretación del pacto. Hacerlo sería un crisis en la Unión porque significaría que un texto legal no se respeta por la voluntad del legislador y apremia a los malos alumnos para que ahorren más. Incluso prevé sanciones como poner bajo control de la UE, las cuentas anuales de sus "empresas" . Algo nunca visto en la UE. Pero estos alumnos, tienen su as en la manga. Posiblemente hayan formado una coalición de oposición al mandato de la Unión y consigan salir exentos de cargo tras la reunión del Ecofin. O por lo menos lo intentan. Eichel ya ha pedido abiertamente la confianza de los socios europeos para que voten por otra interpretación del pacto y la Comunidad ya recomienda un año más de plazo. Los ministros Eichel y Mer, proponen el aplazamiento bajo la excusa de la recesión económica.

EU Wirtschafts- und Finanzminister Pedro Solbes ist müde
Pedro Solbes y su problemas con el pacto.Imagen: AP

Algunos medios de prensa italianos propagaron el rumor de una posible solución intermedia del dilema propuesta por Italia, pero nada concreto. Además la oposición en Alemania, haciendo honor a su papel en el panorama político, comienza a levantar voces contra el gobierno por incumplir el pacto y recomienda que se someta a las sanciones de la UE. La Unión Democratacristiana (CDU) condicionó su apoyo al gobierno en el debate de los presupuestos y las reformas, al cumplimiento de las sanciones de Bruselas.

Pero ¿Qué pasa ahora con los países pequeños, que cuentan con poca voz en la Comisión Europea? ¿Qué pasaría si fuera un único país pequeño el que no cumple y no contase con el apoyo de todos? La decisión del Ecofín que se espera esta semana, va a sentar el precedente que solucionará todas estas cuestiones. Las cosas no pintan bien para ambos países pero ambos son los grandes de la Unión y juegan un papel importante. Sobre todo si se busca una mejora de la situación a largo plazo.