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El Club de París y las medidas por la catástrofe asiática

Mirra Banchón12 de enero de 2005

Todo indica que el Club de París concederá una moratoria de la deuda externa para algunos de los países afectados por la catástrofe del océano Indico. Opciones como condonación parcial se barajan también.

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Indonesia, el país afectado con mayor deuda externa.Imagen: APTN

El Club de París, conformado por 19 países acreedores, se reúne para decidir sobre la moratoria de los pagos de la deuda externa de los países afectados por el desastre del océano Índico. Se trata principalmente de Indonesia, Sri Lanka y las islas Seychelles. Para el primero, el aplazamiento de los pagos de su deuda es importante, pues con una deuda exterior que roza los 100.000 millones de euros, cada año debe desembolsar alrededor de 10.000 millones en amortización e intereses. Sri Lanka, por su parte, tiene una deuda exterior que se acerca a los 10.000 millones de dólares.

Condonación o moratoria

Mientras que el ministro francés de Economía no ha pronunciado la palabra condonación de la deuda, el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, declaró que para Alemania junto con Reino Unido, y en parte también Estados Unidos, cabe la posibilidad de condonarla en parte.

Seebeben Thailand - Fischer in Bangkok
Joschka Fischer, ministro alemán de Exteriores, y el primer ministro tailandés, Thaksin ShinawatraImagen: dpa

Dirk Messner, director del Instituto Alemán de Política de Desarrollo, declaró que si bien todos los países afectados por la catástrofe requieren de un "respiro" en lo que respecta al pago de la deuda externa, la total condonación tiene sentido sólo para algunos de ellos. Este es el caso de Indonesia, Sri Lanka y Somalia, que de otra manera sólo agravarían su precaria situación humanitaria. Habría que asegurarse de que los fondos sean empleados verdaderamente en la reconstrucción de las regiones destruidas por el tsunami, y no para otros fines tales como conflictos internos. Por otro lado, la moratoria de la deuda externa puede ser un arma de doble filo, pues el Fondo Monetario Internacional exige, para tales países, recortes en los programas de ayuda social. Ello, obviamente, representaría un doble castigo.

IWF Gebäude in Washington
Edificio del Fondo Monetario Internacional en WashingtonImagen: AP

Para países como India y Tailandia, cuyo derrotero económico es saludable, una moratoria de la deuda bastaría. Para los gobiernos de ambos países es importante dejar claro que están en capacidad de solucionar solos sus problemas. Una condonación podría leerse como debilidad económica para los inversores y una moratoria como falta de credibilidad crediticia, lo que conlleva un aumento en los intereses de nuevos créditos.

Otras posibilidades

Fuentes del Club de París indicaron que la moratoria sólo constituye una primera medida de urgencia a favor de los países víctimas de la catástrofe y que no se excluyen otras medidas posteriores, que serán estudiadas una vez que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional hayan establecido un balance preciso de los daños. Algunas organizaciones no gubernamentales -que consideran insuficiente la medida de la moratoria-, han convocado a una manifestación para exigir la anulación de la deuda de los países golpeados por el maremoto, así como la convocatoria de una conferencia internacional sobre la cuestión.

Entre esas organizaciones se encuentra Erlassjahr, una agrupación de 1000 organizaciones principalmente religiosas que exigen, básicamente, una nueva regulación de la deuda externa de los países del Tercer Mundo. Una moratoria, en su opinión, no es suficiente ayuda. Basándose en estadísticas de la ONU, anualmente mueren tantas personas por desnutrición y enfermedades debidas a la pobreza como víctimas de la catástrofe.

En entrevista concedida a Deutsche Welle, Jürgen Kaiser, director de Erlassjahr, opinó: "Una moratoria, como la que propone Alemania, sí es un paso importante, pero no significa otra cosa que un tiempo de respiro. En ese tiempo es necesario pensar en otras medidas que tengan un efecto a largo plazo. Hay que tomar en cuenta que Indonesia, antes de la catástrofe, se encontraba ya en situación precaria, desde la crisis asiática en 1998. No se exige una condonación total de la deuda, sino una reducción de ella hasta niveles soportables."