El arte de Gego en Alemania

La artista venezolana Gego –su nombre se pronuncia “guego”– siempre mostró un gran interés por la relación entre lo bidimensional y lo tridimensional, entre la línea y el espacio. Sus reflexiones sobre la materia se evidencian en sus numerosos dibujos, acuarelas, grabados, tejeduras y esculturas. Cien de sus obras están siendo exhibidas por primera vez en Alemania en la Kunsthalle de Hamburgo.

Nacida en Hamburgo en el seno de una familia judía, Gertrud “Gego” Goldschmidt (1912-1994) se vio obligada a abandonar Alemania en 1939, cuando finalizó sus estudios de arquitectura en la Escuela Superior Técnica de Stuttgart. Huyendo de los nacionalsocialistas, Gego llegó a Venezuela tras una breve escala en Inglaterra y terminó echando raíces profundas en el país suramericano.

La tendencia de Gego al minimalismo y otros rasgos de su trabajo han sido atribuidos a la influencia de la escuela de diseño Bauhaus en territorio germano. Sin embargo, algunos investigadores apuntan a que la Escuela Superior Técnica de Stuttgart era un bastión conservador y antimoderno cuando ella estudió allí. La musa de la modernidad inspiró a Gego en Venezuela y no en Alemania…

En Venezuela, Gego dibujó para estudios de arquitectura, diseñó casas y concibió muebles antes de dedicarse por completo a las artes plásticas en 1952. Hacia 1957, sus paisajes y retratos dieron paso a composiciones abstractas en donde la línea jugaba un rol fundamental. Más adelante vendrían sus tejeduras; primero con alambres y mallas de plástico, y luego con papel, como la de la foto.

“Reticulárea” (1969), el trabajo más famoso de Gego, es codiciado por instituciones de la talla del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York; pero el impresionante tejido de alambres es tan delicado que el costo de desmontarlo y volverlo a colgar no baja de los 10.000 dólares. La obra se exhibe de manera permanente en la Galería de Arte Nacional de Caracas, para deleite de los venezolanos.

“Reticulárea” está compuesta por varias redes; Gego las articuló usando varillas de acero como si estuviera dibujando en el aire con trazos tridimensionales. Volúmenes y profundidades surgen de la nada a partir de las aristas virtuales de la obra, transformándola en una escultura angulosa y penetrable. Gego siguió meditando sobre la línea como recurso plástico en acuarelas como ésta, de 1980.

Para Gego, el ejercicio creativo y sus productos también debían ser fuentes de diversión. El talante lúdico de la artista salta a la vista en la serie “Bichitos”. La pieza “Bichito 89/22” (izquierda) fue concebida en 1989 a base de cobre, hierro esmaltado y plástico. “Bichito 87/14” fue creado en 1987 sin temor a combinar el acero con materiales menos nobles, como la malla de plástico amarilla.

Considerando la admiración de la que es objeto el trabajo de Gego en el continente americano, extraña un poco que se haya tardado tanto en exhibir sus obras en Alemania. Por otro lado, cabe recordar que Gego también gozó de un reconocimiento tardío en su patria adoptiva, Venezuela. Allí obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1979.

La Hamburger Kunsthalle (en la imagen) albergará la exposición “Gego. La línea como objeto” hasta el 2 de marzo. A partir del 29 de marzo, la misma podrá ser apreciada en el Kunstmuseum de Stuttgart, la ciudad donde Gego estudió arquitectura entre los años 1932 y 1938. El Instituto Henry Moore, con sede en Leeds, Gran Bretaña, será la última parada de esta exhibición itinerante.