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EE.UU. apuesta al petróleo de Irak

31 de enero de 2003

En el caso de una victoria estadounidense de una guerra con Irak, los EE.UU. apuestan a los ingresos del petróleo para la reconstrucción del país.

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Irak posee una reserva de 112.000 millones de barriles de petróleo.Imagen: AP

El peso de los intereses por los recursos petroleros de Irak, es un tema debatido en torno al actual clima pre-bélico. Numerosos analistas sostienen que el verdadero interés detrás de una posible sería el de asegurarse las segundas mayores reservas petroleras del mundo.

Se estima que las reservas petroleras de Irak ascienden a 112.000 millones de barriles. Sólo Arabia Saudita posee más. Una guerra podría causar aun más daños a la debilitada infraestructura petrolera del píos. Dependiendo del impacto de una guerra, el país necesitará enormes inversiones para su reconstrucción.

El objeto del deseo

Dentro del programa de Naciones Unidas de "petróleo a cambio de alimentos", Irak produce actualmente 2,8 millones de barriles de petróleo por día. Según los expertos, esta cantidad podría elevarse en un millón en el correr de dos años. Con nuevas inversiones, hasta el 2010 esta cantidad podría ascender a 6 millones diarios. A modo de comparación, Arabia Saudita extrae cada día 8 millones de barriles de crudo.

Lukoil
El consorcio ruso Lukoil también está interesado en el petróleo iraquí.Imagen: AP

La administración Bush ha mantenido encuentros no oficiales con representantes de la industria petrolera estadounidense para sondear su disponibilidad de invertir en Irak, una vez concluida y vencida una posible guerra. Pero las grandes empresas Exxon, Mobil, Chevron Texaco o Halliburton, se muestran, por ahora, reticentes. Aunque las reservas petroleras iraquíes sean seductoras, su extracción a mediano plazo depende de cómo transcurra la guerra.

Dos escenarios posibles

Según Robert Ebel, experto en energía del centro para Estudios Estratégicos de Washington (CSIS por sus siglas en inglés), hay que contemplar dos posibles escenarios. Un conflicto de corta duración no dañaría los campos de petróleo y no mermaría las reservas estratégicas de los EE.UU. y de otros países industrializados.

En caso contrario, "la mayor parte de los campos petroleros iraquíes estarían incendiados, podría haber actos de sabotaje en Arabia Saudita y Kuwait, y el precio por barril podría subir hasta 80 dólares", advierte Ebel. Si el conflicto llegase a durar más tiempo, haría crecer asimismo el riesgo de la destrucción de toda la infraestructura de extracción.

Incertidumbre

Naturalmente que nadie puede asegurar qué vaya a suceder. A la incertidumbre bélica, se le suman otros factores. Así, la oposición a Saddam Hussein no estaría de acuerdo con una privatización del petróleo nacional. Por otro lado, hay otros consorcios internacionales, por ejemplo de Rusia, China, Francia e Italia, que persiguen los mismos intereses de que sus competidores estadounidenses.

Desde Washington se asegura que el petróleo seguirá perteneciendo a Irak. Al mismo tiempo toda guerra causa gastos de compensación e indemnización, donde el "oro negro" volvería a ganar un peso estratégico. Pocos expertos dudan, que EE.UU. se quede de brazos cruzados si logran derrocar a Saddam Hussein.