En Neumünster, una pequeña ciudad en el norte de Alemania, los huéspedes que lo deseen pueden dormir en un hotel muy especial: una antigua fábrica de acero. En 2001 la empresa quebró y se derrumbó gran parte del edificio. En noviembre de 2012, después de una intensa reforma, se inaguró el hotel de cuatro estrellas "Altes Stahlwerk".