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Dopaje en Alemania, antes y después de la reunificación.

1 de octubre de 2010

No sin prácticas de dopaje sistemático, Alemania oriental superó a la occidental en muchos medalleros olímpicos. Tolerado también entonces en occidente, el dopaje enfrenta hoy tolerancia cero, pero la competencia tienta.

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El dopaje se practicó sistemáticamente en la RDA.Imagen: picture-alliance / dpa / DW Montage

En 20 años de participación separada en competencias internacionales, la República Democrática Alemana (RDA), antigua Alemania oriental, juntó 409 medallas en juegos olímpicos y 110 en las llamadas olimpiadas de invierno. Más de una vez estuvo Berlín por delante de Bonn, en el segundo o tercer puesto del medallero olímpico.

Doping, con 13 años

“Desde 1966 se recurrió masivamente al dopaje. Y, a más tardar desde 1969, en casi todas las especialidades olímpicas”, dice el historiador deportivo Hans Joachim Teichler, de la Universidad de Postdam. Los talentos deportivos se fomentaban desde edades tempranas, a los mejores se les integraba finalmente al programa de dopaje nacional.

Olympia '72: Einmarsch der DDR-Mannschaft
La RDA en las olimpiadas de 1972.Imagen: picture-alliance / dpa

El sistema tenía un fundamento científico y se halla documentado en blanco y negro, aclara Teichler. Los atletas recibían de sus entrenadores sustancias para incrementar su rendimiento. Los entrenadores, a su vez, recibían los planes de dopaje de los médicos del equipo. Entonces, los controles antidopaje se limitaban a las competencias y no interferían en el entrenamiento de los atletas, así que era posible dopar con vistas a una competencia. Antes de eventos internacionales, se comprobaba al deportista en el Laboratorio Antidoping de Kreischa, al sur de Dresden. Si daba positivo, quedaba fuera de la competencia.

Hoy se conoce además que incluso la generación más joven recibían esteroides –los nadadores, por ejemplo, desde los 13 años. Se usaba una sustancia anabolizante productora de testosterona, la 4-Clorodehidrometiltestosterona (que se conoce con el nombre comercial de “Oral-Turinabol”). Con ella se reforzaba, por ejemplo, el desarrollo muscular y la agresividad de los atletas. Los científicos estiman que entre 6.000 y 8.000 atletas de alto rendimiento de la RDA fueron dopados.

Consecuencias

Muchos atletas sufren aún consecuencias tardías de estas prácticas. Por eso, la antigua velocista Ines Geipel pelea actualmente por las víctimas. “Hay, mientras tanto, una larga lista de fallecidos, niños discapacitados, graves desarreglos hormonales, numerosos casos de cáncer y casos de fuerte virilización en mujeres”, explica Geipel.

Ines Geipel
Ines Geipel pelea por las víctimas del dopaje.Imagen: picture-alliance/ ZB

Aunque la historia del dopaje en la RDA ha sido ampliamente discutida tras la reunificación alemana, las consecuencias han quedado muchas veces fuera del debate. Víctimas y críticos del dopaje denuncian que las asociaciones deportivas emplean frecuentemente a entrenadores relacionados con estas prácticas en el pasado. El antiguo presidente de la Federación Alemana del Deporte Olímpico (DOSB), Manfred von Richthofen, resume hoy: “se quería sacar provecho de los éxitos de la RDA, así que no había interés en afectar a los deportistas en activo, entrenadores y médicos durante el proceso de fusión de ambas organizaciones deportivas”.

Indemnizaciones

Los afectados tuvieron que pelear duro por sus derechos. Unos 170 atletas reconocidos por el DOSB como víctimas de dopaje recibieron una indemnización única de 9.250 euros, después de numerosos procesos. Adicionalmente, la asociación de “Ayuda a las Víctimas del Dopaje” llegó a un acuerdo con la empresa farmacéutica Jenapharm, para una segunda indemnización por la misma cantidad. Jenapharm había suministrado, en la RDA, sustancias anabolizantes que aún no estaban definitivamente probadas.

La lucha por reparaciones no ha concluido. Víctimas impedidas de trabajar como consecuencia del dopaje tienen procesos abiertos aún hoy y exigen, por ejemplo, una renta de reparación de por vida.

También en Alemania occidental

El dopaje fue tolerado también por reconocidos médicos deportivos del otro lado del muro, en las décadas de los años 80 y 90, mientras ocurriera bajo supervisión médica, aclara Göttrik Wewer, presidente de la Agencia Nacional Antidopaje (NADA). “Pero en la RDA el dopaje era política del Estado y en la república federal más bien se hacían de la vista gorda”, dice Göttrik. La clara postura de tolerancia cero tanto en el deporte como en la política se ha desarrollado más bien los últimos 20 años.

Presión del sistema, tras el cambio de sistema

Doping, Urinproben
Orina para pruebas antidopaje. Hoy existe "cero tolerancia" en la política y el deporte, pero la competencia presiona.Imagen: AP

Según se ha mostrado en los procesos judiciales, al menos una parte de los deportistas de la RDA desconocían que eran dopados o cuáles podían ser las consecuencias de ello – algo que tampoco hoy es totalmente claro. El efecto del dopaje sobre la sangre o los genes a largo plazo no ha podido ser estimado con exactitud hasta ahora, sin embargo, por el deporte, algunos atletas se olvidan de ello. Los deportistas “subestiman los daños de modo comparable a los fumadores”, dice Wilhelm Schänzer, director del Instituto Bioquímico de la Facultad de Deporte de Colonia.

Y es que presión a que se ven sometidos los atletas no ha desaparecido 20 años después de desaparecida la RDA, opina el investigador de dopaje de la Universidad de Heidelberg, Gerhard Treulein. Tanto atletas como asociaciones deportivas dependen de rendimientos excepcionales para conseguir patrocinadores privados o soporte financiero del sector público. La “irresponsabilidad organizada”, llama Treulein a esta situación. En algunas disciplinas, la participación en juegos olímpicos está ligada a condiciones de rendimiento casi imposibles de alcanzar sin dopaje: “Cuando algo pasa, siempre es sólo el atleta quien carga la responsabilidad y los demás miran los toros desde la barrera”.

Autora: Franziska Schmidt (rml)

Editor: José Ospina Valencia