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Diálogo sobre aguas turbulentas

Enrique López Magallón9 de octubre de 2006

Con temas tan controvertidos como el asesinato de una periodista, y la relación entre Moscú y Teherán, comienza un delicado episodio en el diálogo ruso-alemán.

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Putin lleva a cuestas, en su viaje a Dresde, la sombra de su homólogo georgiano. (Fotomontaje)Imagen: picture-alliance / dpa/Grafik/DW

En el orden de día para el foro bilateral “Alemania y Rusia como parte de la responsabilidad europea”, que se celebra por sexta ocasión a orillas del río Elba, figuraban temas como el terrorismo, el cuidado a monumentos históricos, la producción energética y las relaciones entre Rusia y la Unión Europea. Pero el entorno dicta otros asuntos urgentes a tratar entre Angela Merkel y Vladimir Putin. Entre ellos destaca el asesinato de la periodista rusa Anna Politkowskaya, hecho que ha causado indignación en toda Europa.

Presión sobre Merkel

Para Alemania, el crimen ocurrido en Moscú el pasado fin de semana se ha transformado en un asunto de política interna. Tanto la opinión pública como las fuerzas políticas ejercen notable presión sobre la canciller alemana, para que deje clara en Dresde la postura europea frente al asesinato de Politkowskaya.

Por ejemplo, el diario Westdeutsche Allgemeine Zeitung afirma que Merkel “debe retomar el asesinato de la enjundiosa periodista para exigirle al presidente ruso Putin una mayor libertad de prensa. En el orden del día de encuentro, el punto sobre los cuidados a los monumentos históricos debe ser simple y llanamente eliminado.”

Russische Journalistin ermordet
Una mujer acude a la ofrenda por la periodista rusa asesinada.Imagen: AP

A su vez, el Partido Liberal Demócrata (FDP), exhortó a la jefa de gobierno alemán para que promueva ante Putin una investigación sólida en torno de este caso. La vicecoordinadora de la fracción liberaldemócrata en el Bundestag, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, aseguró que „no deben producirse detenciones ni pesquisas precipitadas. Merkel debe aprovechar la visita del presidente ruso para referirse también a la represión de intelectuales, organizaciones de derechos humanos y representantes de la sociedad civil en Rusia”.

El vocero de los diputados del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) para asuntos exteriores, Gert Weisskirchen, indicó que “no debe amenazarse de muerte a las y los periodistas que buscan ejercer la libertad de expresión”. El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Bundestag, Ruprecht Polenz (de la Unión Cristiana Demócrata a la que pertenece la canciller Merkel), consideró que es “extraordinariamente importante para el desarrollo de un Estado democrático de derecho y para la sociedad civil, que este crimen sea esclarecido sin cortapisas”.

Primeras reacciones

La presión ha surtido efecto. El gobierno alemán, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, emitió un pronunciamiento según el cual “los responsables del crimen deben ser atrapados y sentenciados. No puede tolerarse un clima de miedo a la libertad de expresión”.

Pese a esta declaración, el mundillo público alemán seguirá a la expectativa de ver cuál será el posicionamiento formal de Merkel. Dado que en la mesa estarán otros temas conflictivos, como lo son el endurecimiento del gobierno ruso hacia Georgia, o la relación entre Rusia e Irán, el diálogo bilateral será interpretado como una muestra del liderazgo internacional tanto de Alemania como de la canciller. Por lo pronto, está claro que Berlín y Moscú, en materia de respeto a los derechos civiles, hablan dos idiomas muy distntos.