Disputa atómica con Irán: "EEUU no emprenderá otra aventura"
9 de agosto de 2005
El diario SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, de Múnich, editorializa: "No va estallar la Tercera Guerra Mundial porque Irán haya reiniciado el lunes actividades en la planta atómica de Isfahan. Pero el clima político se enrarece rápidamente. E incluso cuando la disputa en torno a la política nuclear de Irán sea transferida al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, los iraníes confían en que a lo sumo se le impondrán sanciones que no tendrán mayores consecuencias. Lo único que le dolería a Irán sería un boicot petrolero. Pero los países industrializados, en vista de la escasez de crudo y los precios del petróleo en aumento, seguramente no lo llevarán a la práctica".
Irán despreocupado
El FRANKFURTER ALLGEMEINE ZEITUNG, de Fráncfort del Meno, escribe: "El Gobierno de Irán reinicia las actividades en la planta de conversión de uranio de Isfahan y no se preocupa porque el caso pueda ser llevado próximamente ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Evidentemente se siente muy seguro y confía en que las potencias que dan la tónica en el Consejo persigan sus propios intereses –comerciales, energéticos y de seguridad—y que por ello no sean capaces de arribar a un fuerte consenso".
Irán fuerte
LE FIGARO, de París, editorializa: "Teherán se cree en una posición fuerte. Los EEUU están demasiado ocupados en Irak como para atacar militarmente a Irán. Israel lleva a la práctica su retirada de la Franja de Gaza. Gran Bretaña se concentra en la caza de terroristas. Y los altos precios del petróleo protegen a Irán de las consecuencias de un eventual embargo. A los países occidentales no les queda otra opción que demostrar decisión y unidad".
Irán terco
El diario belga HET BELANG VAN LIMBURG, de Hasselt, opina: "El problema de la comunidad internacional es que con respecto a la no proliferación actúa muy poco consecuentemente. Por ello, la actitud de Teherán rezuma cierta terquedad ante la UE, pero sobre todo ante EEUU. Para la ayatollahs en Teherán es evidente que los norteamericanos no emprenderán otra aventura en el Próximo Oriente. Eventuales sanciones en el Consejo de Seguridad serán rechazadas seguramente por China. Lo único que puede afectar realmente a Irán es un embargo que afecte la exportación de petróleo. ¿Pero quién está dispuesto a dar un paso de ese tipo en vista de los precios actuales del crudo?