Director de desarme de ONU defiende programa nuclear brasileño
19 de julio de 2007
“Brasil necesita energía. El país tiene mucha energía hidroeléctrica, pero no se sabe cuáles serán las exigencias y necesidades del futuro. Por lo tanto es necesario tener acceso a varios tipos de tecnología”, dijo a DW-RADIO.
Duarte es consejero directo del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en cuestiones de desarme, especialmente en lo que se refiere a los grandes arsenales bélicos. La polémica relacionada con la construcción de la planta nuclear Angra III y el plan del Gobierno brasileño de construir un submarino nuclear no lo preocupan.
“El programa brasileño es completamente pacífico, está totalmente bajo el control de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), inclusive los programas militares. El submarino es un motor, no es un arma”, dice. "Los países procuran dominar las tecnologías para no quedar dependientes de tecnologías ajenas. Una razón [para retomar el programa nuclear brasileño] es la necesidad de defensa, patrulla, otra es la de dominar tecnologías para no ser dependientes", agregó.
Prioridad: reducción de las armas de destrucción masiva
Como prioridades de su gestión, Duarte enumeró la reducción de las armas de destrucción masiva. "Armas nucleares, químicas, biológicas: esos son los aspectos más dramáticos de la carrera armamentista. Ello sin negar la importancia de las armas pequeñas, que en los países en desarrollo, en África y en América Latina, son las armas que más matan", prosiguió.
Ya la reducción de las “armas blancas”, cuyo porte el Brasil intentó prohibir a través de un plebiscito el año pasado, no forma parte de las atribuciones de Sérgio Duarte. "Pero lo que las Naciones Unidas y la comunidad internacional pueden hacer para ayudar en esa tarea es intentar arribar a convenciones internacionales que reduzcan el comercio ilícito de armas."
Según Duarte, "existen estudios en esa área, códigos de conducta entre países, y se está comenzando a negociar un acuerdo internacional de prohibición del tráfico de armas. Eso ayudará a países como el Brasil, en el que entra un gran número de armas de manera ilícita".
Menos ojivas, pero más efectivas
En cuanto al arsenal nuclear, según Queiroz, debe haber en el mundo por lo menos 10 mil ojivas [la mayoría en los EE. UU., Rusia, Francia, el Reino Unido y China, países reconocidos como poseedores de armas nucleares por el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares], pero es difícil saber el número exacto por tratarse de secretos militares. Los planes de la ONU prevén, por ejemplo, una reducción de 5 mil ojivas de los arsenales de los EE. UU. y Rusia.
Queiroz dijo a DW-RADIO que el número de ojivas en el mundo está diminuyendo. Por otro lado, existe una carrera armamentista cualitativa. "Si bien se han registrado reducciones cuantitativas, existe una carrera cualitativa, en la que se procura tener menos armas, pero más eficaces y eficientes. Es una carrera más cualitativa que cuantitativa", dice.
Queiroz estima que actualmente el mayor peligro está representado por los países que no ratificaron el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, como la India, Pakistán e Israel. "La India y Pakistán poseen, juntos, cerca de 300 a 400 ojivas, y de Israel, que no confirma ni desmiente, se cree que a lo sumo tiene cerca de 200 ojivas", agregó.
"El ideal es que un día lleguemos a un mundo sin armas", dice el diplomático brasileño. "Lo importante para la humanidad es que los países se convenzan cada vez más de que la seguridad sea salvaguardada sin el recurso de las armas. Si eso sucede, estamos caminando hacia un mundo mucho mejor", resaltó.
Sérgio Duarte también comentó la suspensión de la participación rusa en el FACE (Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa), anunciada el último sábado. "Ello preocupa un poco. Es necesario que los países europeos se entiendan para mantener la paz en el continente. Venían entendiéndose muy bien, inclusive con Rusia", explicó.
El FACE limita el estacionamiento de fuerzas militares en Europa. Rusia está en desacuerdo con países de Occidente, que no aprobaron una versión revisada del acuerdo firmado en 1990, después de la Guerra Fría. Pero Duarte es escéptico en cuanto a que a Rusia vaya a movilizar tropas hacia sus fronteras occidentales. “No creo que se produzcan movimientos de tropas", dice.
El más alto cargo ejercido por un brasileño en la ONU
Duarte ve su nominación al más alto cargo jamás ejercido por un brasileño en la ONU como reconocimiento al papel desempeñado por el Brasil en esa área en los últimos años. "Brasil ha tenido una actuación muy importante, muy continuada en el área del desarme. Todo ello lleva a una nueva responsabilidad para Brasil y para mí, personalmente, también, dijo a DW-RADIO.
Duarte recordó que el Brasil está trabajando en el ámbito de las Naciones Unidas en todos los tratados sobre desarme. El país fue uno de los miembros fundadores del "Comité de 18 naciones", el principal órgano negociador en temas de desarme, creado en 1962 y que funciona en Ginebra, explicó.
"Además de ello, tenemos, naturalmente, la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde el Brasil siempre tuvo una actuación relevante, al Comisión de Desarme de las Naciones Unidas y otros órganos de los que el Brasil forma parte", subrayó.
Antes de asumir la jefatura del Departamento de Desarme de la ONU, subordinada directamente al secretario general, Ban Ki-moon, Sérgio Duarte Queiroz, de 72 años, dirigió el Consejo de Administración de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), entre 1999 y el 2000. En el 2005, presidió la 7.ª Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, luego de retirarse de una carrera de 48 años en el Ministerio das Relaciones Exteriores.