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Después de mí, el diluvio

Pablo Kummetz29 de abril de 2004

El ministro alemán del Medio Ambiente, Jürgen Trittin, aboga en EE.UU. por una reducción de las emisiones de anhídrido carbónico. Las posibilidades de que los estadounidenses le hagan caso son escasas.

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EE.UU. aumenta en lugar de disminuir las emisiones de CO2.Imagen: AP

Trittin viajó a EE.UU. para participar en el segmento ministerial de la 12 sesión de la Comisión de Desarrollo Sostenible (CDS) de las Naciones Unidas, en Nueva York.

En el centro de su visita de tres días a Washington y Nueva York se hallaron cuestiones de protección ambiental, la expansión de las energías renovables y el desarrollo sostenible.

El entorno en tiempos de la globalización

Umweltminister Jürgen Trittin ohne Bart
Jürgen Trittin escéptico.Imagen: AP

Entre los interlocutores de Trittin en EE.UU. se contaron el senador Joe Liebermann, los diputados Wayne Gilchrest y John Olver y el asesor del presidente Bush en cuestiones ambientales, James Connaughton.

Su programa incluyó también una conferencia sobre política ambiental en tiempos de la globalización en el renombrado Instituto Brookings.

En esa conferencia, Trittin recordó nuevamente la interrelación entre el gran volumen de emisiones de anhídrido carbónico (CO2) en los países industriales y el cambio climático mundial.

Los EE.UU. emiten anualmente 6.600 toneladas de ese gas de invernadero, mucho más que Europa, a pesar de que el número de habitantes es comparable, dijo el ministro.

¿Reducción? ¡Nones!

Pero, a diferencia de Europa, los EE.UU. no se han adherido al Protocolo de Kyoto, que obliga a reducir las emisiones de gases de invernadero, agregó.

Por el contrario, las emisiones de CO2 aumentaron en EE.UU. de 1990 a 2000 en un 13%. Los norteamericanos anunciaron ya que en los próximos años sus emisiones de CO2 aumentarán nuevamente, debido al crecimiento económico.

Justamente para no poner en peligro éste es que EE.UU. rechazó el Protocolo negociado en la ciudad japonesa en 1997.

El Protocolo de Kyoto entrará en vigor cuando sea ratificado por 55 países que juntos emitieron en 1990 el 55% de los gases de invernadero en el mundo.

Luego del rechazo de los EE.UU., el protocolo sólo puede hacerse efectivo si lo ratifica Rusia.

"Pero incluso si EE.UU. no ratifica el Protocolo, debería por lo menos estabilizar sus emisiones de CO2 al nivel de 1990, tal como se prevé en el Convenio Marco sobre el Clima, al que se adhirió.

Si ello no sucede, la costa este norteamericana y reservas naturales, tales como los pantanos "Everglades", en Florida, estarán amenazas por el aumento del nivel del mar como consecuencia del derretimiento de los glaciares en el mundo", dijo Trittin.

Viento, sol y biomasa

El ministro alemán del Ambiente quiere en los EE.UU alentar también a la participación en la conferencia mundial "Renewables 2004", que se celebrará en Bonn del 1 al 3 de junio próximos por invitación del gobierno alemán.

En la conferencia se discutirá acerca de cómo expandir el aprovechamiento de las fuentes de energía renovable en el mundo: el viento, el sol, el agua y la biomasa.

En Bonn también tendrá lugar una serie de eventos paralelos, por ejemplo de representantes municipales, de organizaciones no gubernamentales y de financiación de las energías renovables. Las empresas del sector tendrán también oportunidad de presentar ideas y productos en una muestra especial.