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Las Apps deportivas se multiplican. Cada vez más deportistas graban y controlan sus entrenamientos con un pulsómetro para smartphones y suben los resultados a las redes sociales. Este fenómeno puede desencadenar una competición permanente o una nueva manera de entender el cuerpo. Junto con los aspectos médicos y deportivos, también hay incentivos lúdicos. Con historias de aventuras y auriculares, la pista de entrenamiento se convierte en campo de juego: el usuario puede imaginarse, por ejemplo, que escapa de monstruos imaginarios consiguiendo, tal vez, un rendimiento inmejorable.