Demandas justificadas
6 de diciembre de 2002
El grupo de representantes de diversos pueblos latinoamericanos se encontró en Alemania por invitación de la Fundación Heinrich Böll, vinculada al Partido Verde. En la rueda de prensa con la que concluyó su gira, pidieron la creación de un Tribunal internacional ante el que puedan presentar demandas contra gobiernos y empresas que atetan contra sus ‘derechos existenciales’.
"Nuestros gobiernos no nos quieren y muchos de ellos practican una política de exterminio frente a los pueblos indígenas", dijo uno de los miembros de la delegación, el colombiano Abadio Green, presidente de la Organización Indígena de Antioquía (OIA) y miembro del pueblo Tule.
Según Green y los otros miembros de la delegación, aunque en muchos países existen leyes especiales para la protección de los indígenas, y algunas constituciones consagran explícitamente sus derechos, estas legislaciones no se aplican, por lo que es necesaria una instancia superior.
Alemania debe actuar
La delegación pidió al Gobierno alemán que ratifique la convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que es hasta ahora la única norma internacional para proteger los derechos de los pueblos indígenas.
María de Jesús Patricio, del Consejo Nacional Indígena de México, pidió, por su parte, que el Gobierno alemán transmita al presidente mexicano, Vicente Fox, su preocupación por la nueva ley sobre los pueblos indígenas recientemente aprobada. Según Patricio, esa ley representa un paso atrás con respecto a los derechos garantizados por la Constitución nacional.
Las preocupaciones fundamentales que expresó la delegación estuvieron relacionados con el respeto a la integridad de sus territorios tradicionales, que los indígenas consideran sagrados, así como el respeto a su autonomía cultural y, en algunos casos, administrativa.
En América Latina hay unas 410 etnias aborígenes con un total aproximado de 50 millones de indígenas. Numerosas comunidades indígenas conservan en la actualidad su lengua y sus valores tradicionales. En países como Bolivia, Perú, Ecuador o Guatemala juegan un papel decisivo en la construcción política y social.