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Damasco tiene ojos puestos en Beirut

DW-WORLD20 de septiembre de 2007

Las habilidades de Siria para hacer creer que es un Estado pacífico, la propuesta francesa de exigir examen genético para demostrar consanguinidad con residentes y el estado de las cosas en el Este alemán.

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Tropas alemanas patrullan frente a costas libanesas. Imagen: picture-alliance / dpa

El diario romano Corriere della Sera, sobre el conflicto en Oriente Cercano: “Damasco está acostumbrada a actuar en varios campos. Siria declara, por ejemplo, estar dispuesta a hablar de paz con Israel mientras, por otro lado, fortalece sus lazos con Teherán.

Siria teme una condena internacional (del que cada vez habla menos gente) por el asesinato del anterior jefe de Gobierno Rafia Hariri y promete apoyar la lucha contra el terrorismo.

Pensar ahora que Damasco no tuvo nada que ver en el último atentado (del 19 de septiembre de 2007) sería iluso. Siria es capaz de prescindir de muchas cosas, nunca empero de “sus derechos” en Líbano. Cueste lo que cueste”.

¿Familiares en Francia? Difícil inmigración

Le Figaro, de París, sobre la política de inmigración europea “La idea del Gobierno francés de someter a los extranjeros familiares de residentes en Francia a un examen de ADN (herencia genética) ha sido rechazado hasta por la mayoría del mismo partido (de Sarkozy).

La inmigración por parentesco representa la mitad de todos los nuevos inmigrantes. Pero ¿cómo se puede ser eficiente si la Unión Europea no es capaz de diseñar una política comunitaria de inmigración? Mientras unos Estados tienen menos restricciones otros han dictado duras leyes que frenan o paran la inmigración legal. Cada uno actúa de otra forma.”

En Este alemán desempleo es dos veces mayor que en oeste

El periódico alemán Leipziger Volkszeitung sobre la reunificación alemana: “El reporte sobre el estado de la reunificación no da pie a saltos de alegría, pero sí a un reservado optimismo. Las cosas van por buen camino.

La economía en el Este está creciendo más rápido que la del oeste, sobre todo en Turingia y Sajonia. Pero no hay que olvidar que el oriente alemán sólo aporta el 38% de los impuestos recaudados por la producción industrial.

Tiefensee, el ministro encargado de la reconstrucción del Este, tiene razón cuando destaca que en el oriente el desempleo es dos veces mayor que en el Este y se queja de que la masiva emigración de personal cualificado hacia otras partes.

Estos son dos aspectos que dependen uno del otro. Ninguna promesa, por bonita que sea, va a convencer a quienes han abandonado el Este de regresar, si las perspectivas de trabajo no mejoran sustancialmente.