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¿Cómo hacer que el ferrocarril alemán vuelva a ser eficaz?

Srinivas Mazumdaru
13 de agosto de 2024

Durante décadas ha habido muy poca inversión en infraestructura ferroviaria en Alemania. Ahora dicha red se encuentra en una situación desoladora. Pero el dinero por sí solo no es suficiente para cambiar eso.

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Un tren ICE llegando a una estación llena de pasajeros.
Los viajeros esperan en la estación central de Stuttgart la llegada de un tren de alta velocidad ICE en junio de 2024.Imagen: Arnulf Hettrich/IMAGO

Hubo un tiempo en que los alemanes estaban orgullosos de sus ferrocarriles. Pero ahora, la red ferroviaria de Alemania y su operador, Deutsche Bahn (DB), provocan frustración entre los viajeros. Trenes abarrotados y retrasados, cancelaciones y cierres de grandes tramos de ruta debido a trabajos de mantenimiento y reparación se han vuelto normalidad para los pasajeros.

Durante la Eurocopa 2024, ​​que se disputó del 14 de junio al 14 de julio de 2024 en Alemania, los problemas del ferrocarril también llamaron la atención en el extranjero. Los aficionados que esperaban en andenes abarrotados y llegaban tarde o no llegaban debido a cancelaciones de trenes ocuparon los titulares internacionales, causando una enorme vergüenza en un país que quiere ser conocido por su eficiencia, puntualidad e infraestructura de primera clase.

¿Qué hay detrás de estos problemas?

Los retrasos en los trenes de DB van en constante aumento. El año pasado, menos de dos tercios de los trenes de larga distancia llegaron a tiempo a su destino, un nuevo mínimo. En Alemania, un tren se considera puntual si llega con menos de seis minutos de retraso.

Las finanzas de DB también se encuentran en malas condiciones. En el primer semestre de este año tuvo pérdidas de más de 1.200 millones de euros. La deuda total de la empresa asciende actualmente a unos 34 mil millones de euros.

Los problemas del ferrocarril se deben en parte a que, durante décadas, se ha invertido muy poco en la red ferroviaria. "Alemania ha descuidado su infraestructura ferroviaria durante demasiado tiempo”, afirma Sabrina Wendling, de Allianz pro Schiene, una organización sin fines de lucro de Berlín que trabaja para mejorar el transporte ferroviario. "Al mismo tiempo, la demanda de transporte de pasajeros y mercancías ha aumentado enormemente", agrega.

 Andreas Knie, que investiga la movilidad en el Centro Científico de Investigación Social de Berlín, culpa de la situación a las decisiones políticas. "Alemania ha dependido del automóvil durante décadas. En lo que respecta a infraestructuras, las carreteras tenían prioridad”, afirma Knie.

Philipp Kosok opina lo mismo. Kosok es experto en transporte en Agora Verkehrswende, un grupo de expertos de Berlín que aboga por un alejamiento de los combustibles fósiles. "El ferrocarril compite principalmente con el transporte por carretera. Sin embargo, este último recibe ventajas y subvenciones fiscales que resultan problemáticas por razones de protección del clima", explica Kosok a DW. "Lo mismo ocurre con el transporte aéreo", agrega.

Más inversión, pero ¿es suficiente?

El Gobierno alemán, formado por una coalición tripartita que incluye al partido socialdemócrata SPD, el ecologista "Los Verdes” y el liberal FDP, quiere oficialmente mejorar el transporte ferroviario. Según el acuerdo de coalición, para alcanzar los objetivos climáticos, la idea es promover el ferrocarril por encima del automóvil. 

El objetivo es que, hasta 2030, el transporte de pasajeros por ferrocarril se duplique y la proporción del transporte de mercancías aumente hasta al 25 por ciento. Por ello, el Gobierno ha anunciado que invertirá miles de millones de euros en la modernización de la infraestructura ferroviaria. El plan prevé la renovación de miles de kilómetros de vías, así como puentes, estaciones de tren y tecnología.

El mes pasado, DB lanzó la primera fase de su importante programa de renovación y comenzó a trabajar en la modernización de la ruta de 70 kilómetros entre Fráncfort del Meno y Mannheim.

"El actual Gobierno está invirtiendo más en la red ferroviaria que sus antecesores", elogia Philipp Kosok de Agora Verkehrswende. De esta forma se puede frenar el envejecimiento de la red en tramos importantes. "Pero no invierte tanto dinero como sería realmente necesario para modernizar o incluso ampliar la red", lamenta.

(ct/ms)