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¿Cómo hacer ciudades más justas?

26 de enero de 2021

114 millones de personas viven hoy en asentamientos informales en América Latina. Una manifestación de la desigualdad de la región, donde proyectos innovadores buscan crear barrios más habitables.

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Peru Mauer der Schande in Lima
Imagen: DW/E. Vannes

Una de las caras más visibles de la desigualdad son los asentamientos populares. Campamentos y tomas de terreno, donde las familias más pobres intentan construir un hogar. Sin derecho al suelo ni casa propia, se instalan en terrenos de la periferia, segregados del resto de la sociedad.

"La catástrofe social de América Latina tiene su epicentro en los asentamientos populares. Uno de cada cuatro habitantes de zonas urbanas vive en un tugurio, villa, favela o campamento, en situación de pobreza”. Es el diagnóstico de TECHO, una ONG originada en Chile y que hoy, con presencia en 20 países de América Latina y el Caribe, trabaja con las familias por una vivienda digna.

Latinoamérica es la región más desigual y urbanizada del mundo. Un informe de ONU Hábitat indica que en 2018 unos 114 millones de personas, casi el 21% de la población latinoamericana, vivía en asentamientos populares. Esto es diez millones más que en 2014. "Es una situación crítica. Es como si en cuatro años toda la población de República Dominicana o tres veces Uruguay hubiera pasado a vivir a un asentamiento”, dice a DW Juan Pablo Duhalde, director general de TECHO Internacional.

El éxito en la erradicación de los campamentos informales ha sido limitado, reconoce Duhalde: "Muchas familias viven hoy en una mejor vivienda, pero hay muchas más que entran a vivir a un asentamiento popular”.

"La desigualdad, la segregación y el descontento social, hoy profundizados por la pandemia, tiene una expresión territorial”, indica a DW Elkin Velásquez, director de ONU Hábitat para Latinoamérica y el Caribe. "Nuestras ciudades son segregadas espacialmente, tienen barreras y límites imaginarios. Los ricos viven en unos sitios y los pobres en otros”, agrega el experto.

El problema no es solo contar con una casa, sino el acceso a servicios básicos, como agua, electricidad, hospitales, comisarías y escuelas, lugares de esparcimiento y empleo en un entorno cercano. En la práctica, millones de latinoamericanos pierden varias horas al día en el transporte público, lo que deteriora aún más su calidad de vida.

No solo casas, barrios dignos

La pandemia puso en evidencia la precariedad de estas poblaciones, dice Velásquez: "Los primeros dos mensajes fueron quédate en casa y lávate las manos. Pero no es posible si no tienen agua o viven ocho personas en 15 metros cuadrados, en condiciones de hacinamiento”. Ni hablar de trabajar desde el hogar si no hay suficiente espacio ni conectividad.

Una gran coalición de entidades, que incluye a ONU-Habitat, Cities Alliance, Techo, University College London, entre otras, acaba de lanzar un decálogo por el mejoramiento integral de barrios, con una hoja de ruta para responder a la crisis en la región. Una vivienda digna debiera ser la expresión territorial de una serie de derechos, como habitar una casa, tener acceso a lugares de empleo, salud, educación, descanso y esparcimiento. "Nuestra ciudad y barrio del futuro deberían estructurarse en torno a una perspectiva estratégica del cuidado”, apunta Velásquez. Para ello, un modelo de ciudad policéntrica, con servicios en cada barrio, responde mejor a estas necesidades.

"Hay que hablar de ciudad justa. Necesitamos políticas de Estado, independientes de la administración de turno, en temas de suelo y vivienda. La recuperación post COVID necesitará que la vivienda sea una agenda prioritaria”, subraya Duhalde.

Proyectos para ciudades más justas

Recogimos una serie de iniciativas que están ayudando a pensar y construir ciudades más habitables. Aquí algunos ejemplos:

La ciudad de los 15 minutos

El concepto elaborado por el urbanista franco-colombiano Carlos Moreno, asesor de la alcaldía de París, consiste en ciudades y barrios con microcentros, donde todo lo necesario se encuentre máximo a 15 minutos del hogar, a pie o en bicicleta. Con servicios comunales, de salud, parques, escuelas, comercio y trabajo a la mano se evitan traslados innecesarios, se ahorra tiempo y dinero. Además, contamina menos, previene contagios al evitar las aglomeraciones del transporte y apoya la recuperación del comercio local.

Morro de Moravia: la nueva vida del vertedero

Este barrio en Medellín, Colombia, era un antiguo relleno sanitario, donde en los años 80 se instaló un asentamiento informal de personas dedicadas al reciclaje. Más de dos mil familias llegaron a vivir en el cerro de basura. El trabajo de la comunidad junto con el municipio, el gobierno nacional y el sector privado permitió el traslado de familias a viviendas definitivas y el saneamiento y recuperación ambiental del lugar, que hoy es un gran parque, premiado internacionalmente.

Medellín: Proyectos Urbanos Integrales (PIU)

La ciudad colombiana ha sido reconocida como la más innovadora del mundo por sus proyectos de desarrollo urbano. Ha revitalizado y dado seguridad a barrios vulnerables al instalar infraestructura de conectividad, espacios de encuentro y parques. Soluciones como el sistema de teleférico Metrocable y las escaleras eléctricas que suben a los cerros han ayudado además a disminuir la criminalidad y se han convertido en atracciones turísticas.

Kolumbien Barrios Pobre von Medellin
Medellín.Imagen: picture-alliance/robertharding/O. Goujon

Buenos Aires: Gobierno descentralizado y diseño ecológico

En 2015, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires trasladó su sede y otros servicios desde el centro de la capital argentina hasta el sector de Parque Patricios, en la parte sur de la ciudad, a un moderno edificio de diseño ecológico y bajo consumo de energía, que aprovecha al máximo la luz solar.

Lima: Pacto por los Espacios Públicos

Esta iniciativa en la capital peruana busca la recuperación de los barrios, ampliando y mejorando sus pequeños parques. Son proyectos colaborativos de las comunidades, municipios, privados y organizaciones internacionales.

San José de Costa Rica: barrio ecológico

La transformación del barrio de Curridabat incluye senderos y áreas verdes. También un parque para perros, que en un principio fue criticado, ha logrado su objetivo de generar un espacio comunitario por medio del encuentro de familias con niños y personas mayores que van con sus mascotas.

TECHO: Visibilizar los asentamientos

"Si a los asentamientos no llegan los bomberos ni la policía, ¡quién va a llegar a censar!”, dice Juan Pablo Duhalde. Los pobladores no son contabilizados ni visibilizados y sus necesidades, tampoco. Buscando conocer mejor esta realidad, TECHO ha levantado información por medio de encuestas y recorridos. En México, además, presentó un recurso de amparo con los pobladores, para sean reconocidos en el próximo censo. Es un primer paso en el camino a una vivienda definitiva.

Informelle Siedlungen Südamerika Mexiko
Voluntarios de Techo, en Oaxaca, México.Imagen: TECHO

La ONG ha sido premiada por la organización World Habitat por su Contribución Destacada en Vivienda a nivel mundial. Entre sus logros, ha ayudado a construir más 135 mil viviendas de emergencia. También a acceder a títulos de propiedad, servicios de saneamiento y desarrollo de sedes comunitarias y pavimentos.

Su lógica es no apuntar solo al resultado, sino a un proceso colaborativo. "En vez de llegar con la solución, construyámosla”, propone Duhalde, quien postula que las ciudades no solo deben recoger las necesidades de sus pobladores, sino también sus propuestas.

(ers)