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ReligiónAlemania

¿Cuándo terminarán los pagos estatales a la Iglesia?

Insa Wrede
12 de junio de 2023

En Alemania, en 2022 se entregaron más de 600 millones de euros a las Iglesias católica y protestante, como compensación por expropiaciones de hace siglos, algo que debería haber terminado hace más de 100 años.

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Vista de la catedral de Colonia.
La fortuna de la Igelsia alemana tiene raíces históricas.Imagen: Christoph Hardt/Geisler-Fotopres/picture alliance

Cada año, grandes sumas de dinero fluyen hacia las dos grandes iglesias cristianas de Alemania. El año pasado recibieron más de 600 millones de euros del Estado, procedentes de los impuestos tanto de personas religiosas como no religiosas. Eso sí, no se trata de los impuestos eclesiásticos que el Estado recauda para las iglesias y les transfiere.

Para entender por qué se han destinado más de 600 millones de euros a las Iglesias, hay que echar la vista atrás, a tiempos de la ocupación napoleónica de Alemania a principios del siglo XIX, momento que se decidió una profunda separación entre Estado e Iglesia.

Al disolverse el "Sacro Imperio Romano Germánico", las iglesias fueron expropiadas en su mayoría, y los monasterios y otras instituciones eclesiásticas cerradas o transferidas a los estados alemanes, según se estipuló en 1803. La Iglesia tuvo que entregar dinero y tierras a los soberanos, a cambio de lo cual éstos se comprometían a pagar a los sacerdotes y otros gastos. Hasta hoy, los estados federados, como sucesores legales de los reinos de entonces, pagan estas indemnizaciones.

El fin de los cobros de la Iglesia

En realidad, hace mucho tiempo que se decidió poner fin a estos desembolsos. Ya en 1919, la Constitución Imperial de Weimar establecía que los pagos permanentes debían concluir con un pago único. Treinta años más tarde, la Constitución adoptó esta decisión. A pesar de ello, se siguen efectuando pagos todos los años y éstos aumentan constantemente, pasando de unos modestos 23 millones de euros en 1949 a más de 602 millones de euros este año.

En la práctica, los Estados federados estaban bastante satisfechos con la situación, porque no tuvieron que pagar una indeminización cuantiosa de una vez, afirma el abogado Hans Michael Heinig. A su vez, "las iglesias estaban bastante satisfechas porque tenían otros deudores insolventes y estos pagos estatales fluían regularmente". Por supuesto, toda esta práctica no ha sido financieramente sostenible, "porque podríamos haber pagado la cuota de rescate hace mucho tiempo", dice Heinig, experto en derecho eclesiástico y profesor de la Universidad de Gotinga.

A principios de la legislatura se creó un grupo de trabajo en el Ministerio del Interior para debatir conjuntamente sobre este asunto entre el gobierno federal, los estados federados y las iglesias. Antes de finales de año quieren haber acordado las piedras angulares de una regulación esencial. La cuestión principal es si debe pagarse una indemnización única, cuál debe ser su cuantía y durante cuánto tiempo se seguirán pagando estas prestaciones

¿Se terminarán finalmente los beneficios estatales?

El problema es que el Gobierno federal no ha fijado un plazo de ejecución, dice Heinig. Por tanto, ni siquiera el Tribunal Constitucional Federal puede intervenir y obligar al poder legislativo a actuar. Además, el Gobierno federal no tiene nada que ganar políticamente. O molesta a las iglesias o a los Estados federados.

En la actualidad, sólo la mitad de la población alemana es miembro de una de las dos iglesias en cuestión. Y se estima que estas perderán la mitad de sus miembros actuales de aquí a 2060. Ante la incomprensión de la población por los pagos históricos, que deberían haber terminado hace 100 años, ya es hora de encontrar una solución, afirma Heinig. Sobre todo porque la República Checa, por ejemplo, ya ha hecho lo mismo y ha puesto fin a los pagos estatales a la Iglesia mediante el pago de una cantidad de rescate.