Cuba: vivir con constantes apagones
La electricidad se raciona en Cuba y la vida cotidiana está dominada por cortes de electricidad que pueden durar hasta 18 horas al día y se suman a las razones para la mayor crisis migratoria desde la revolución.
Cocinar con carbón
La mayoría de la gente cocina en placas eléctricas, que pudieron comprar subvencionadas por el Gobierno hace unos años para modernizar y facilitar la cocina. Pero, ahora, cada vez más gente se pasa a cocinar con leña o carbón, porque así pueden hacerlo incluso durante los cortes de electricidad. Aquí, Héctor Borges Sánchez sopla el fuego bajo una sartén de plátanos para hacer tostones.
Pedicura con linterna
La manicurista Ariana Suasnava arregla las uñas de los pies de su vecina mientras su hijo sujeta su teléfono y lo utiliza como linterna para poder ver lo que está haciendo. No son las condiciones de trabajo ideales, pero ¿qué otra cosa puede hacer? Además de las dificultades para trabajar, muchos vecinos están preocupados por la delincuencia en la oscuridad y extreman la vigilancia.
Una cena con velas, no precisamente romántica
Tania Borges Sánchez enciende una vela para iluminar la cena familiar, pues la electricidad se raciona precisamente en las horas de mayor consumo. Y no, no es tan romántico como parece. En algunas zonas del oriente de Cuba, la gente se queda sin electricidad entre 12 y 18 horas al día, lo que altera la vida de innumerables maneras y obliga a buscar soluciones creativas.
Una fiesta de cumpleaños peculiar
Los invitados llegan durante un apagón para celebrar el cumpleaños 15 de Daniela Celio. Para mantener contenta a su hija quinceañera, su padre ha alquilado un generador que funciona con petróleo para que los invitados no tengan que sentarse a oscuras en la azotea. Será una fiesta para recordar, pero ¿cuántos cumpleaños más tendrá que celebrar así?
Ron para pasar el tiempo
Casi todos los días, la gente pasa horas a oscuras por la noche, sin electricidad fiable. Muchos residentes han perdido la noción del tiempo. Esto ha provocado mucho aburrimiento y horas de espera a que vuelva la electricidad para poder reanudar una vida normal. Para intentar pasar el tiempo, estos hombres comparten una botella de ron en un portal de una casa.
Las luces se encienden y apagan por circuitos
Baracoa, una ciudad de 80.000 habitantes en el oriente de Cuba, está dividida en dos circuitos eléctricos y alimentar ambos a la vez no siempre es posible. Cuando un circuito tiene corriente, el otro está a oscuras. Esta situación ha dado lugar a una de las preguntas más frecuentes en la calle: "¿A qué hora se fue la luz en el Circuito 1?".
Programación de tratamientos de belleza
Arletty intenta peinar a su madre, Xiomara Borges Sánchez, la víspera de su cumpleaños. No es una tarea fácil. Para usar la plancha de pelo calcularon cuándo habría electricidad. Sin embargo, calcularon mal y, al final, tuvieron que ir a casa de Arletty, en el otro circuito de la ciudad, para terminar el peinado.
Con los muebles a la calle
Cuando los aparatos de aire acondicionado y los ventiladores no funcionan por los cortes de electricidad, muchos sacan sus sillas y otros muebles de casa a la calle para respirar aire fresco y relajarse.
Dominó en la oscuridad
Un grupo de vecinos pasa el tiempo durante un apagón jugando al dominó en el exterior. Para ver lo que están haciendo, el juego se ilumina con la luz de un teléfono móvil que se ha cargado a primera hora del día. Gane quien gane, no recuperarám la electricidad ni a los numerosos amigos y familiares que abandonan la isla en medio del deterioro creciente de sus condiciones de vida.