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Crece la tensión en Myanmar

DW-WORLD25 de septiembre de 2007

Las multitudinarias protestas prosiguen en Myanmar (Birmania), con el consiguiente peligro de una represión violenta. Los editorialistas europeos cifran esperanzas en la influencia moderadora china.

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Miles de monjes siguen enfrentándose pacíficamente a la dictadura birmana.Imagen: picture-alliance/dpa

Die Welt, de Berlín: “En Birmania (Myanmar), la democracia significa que todos los caminos conducen al ejército. Si además se escucha hablar de los buenos contactos con Corea del Norte, y Rusia, y se susurra la palabra ‘atómico’, se presiente definitivamente hacia dónde se dirige el viaje. En estas circunstancias, atreverse a practicar la desobediencia civil o siquiera rebelarse implica siempre arriesgar la vida. Es una gran suerte que en el caso de Birmania se trate de decenas de miles de monjes. Los monjes escapan al control estatal. Acabar con sus vidas sería un gran crimen y un sacrilegio. En eso se basa su libertad. Ellos fomentan el valor y la libertad de pensamiento. La religión da pie a una rebelión de la conciencia. Los monjes budistas, que no son unos temerarios, han puesto en marcha un experimento con desenlace incierto”.

El ejemplo de Gandhi

Luxemburger Wort, de Luxemburgo: “La junta militar de Birmania (Myanmar) se encuentra en una desacostumbrada posición defensiva, debido a las prolongadas protestas pacíficas de los monjes. A semejanza de la resistencia pacífica de Mahatma Gandhi, sin la cual el camino de la India hacia la independencia habría sido mucho más sangriento y desgarrador, los monjes de Birmania golpean a los dictadores de Naypyidaw con la superioridad de su autoridad moral. La junta militar no sería el primer régimen del terror que sufre una implosión al ser desenmascarado pacíficamente. Los generales saben que, en comparación con la sangrienta represión del movimiento democrático en 1988, este momento es sumamente inapropiado para desbaratar las protestas por la fuerza. China, la potencia protectora, será sede el año entrante de los juegos olímpicos. Y no hay lugar para imágenes que puedan recordar la masacre de Tiananmen.”

Esperanzas para los manifestantes

Basler Zeitung, de Basilea: “Con cada día que lleva a más manifestantes a las calles aumenta el riesgo de una reacción violenta del ejército. Europa y Estados Unidos no pueden ejercer una influencia moderadora, dado que con su política de sanciones han cerrado casi todas las puertas. (...) En consecuencia, corresponderá a China aconsejar a los generales. Pekín mantiene estrechos lazos con Rangún y considera a los generales un imprescindible factor de estabilidad en el Estado multiétnico que es Birmania (Myanmar). A todas luces, Pekín ya ha enviado señales a la junta, en el sentido de que debe responder a las protestas con tacto. Esta postura da pie a algo de esperanza para los manifestantes”.

El dilema de la dictadura

La Repubblica, de Roma: “El régimen militar no ha decidido aún cómo reaccionar ante las protestas que se extienden y las presiones internacionales. En 1988 no vaciló en arremeter férreamente contra las manifestaciones en pro de la democracia: aproximadamente 3000 personas fueron asesinadas. (...) Algunos piensan que el régimen se encuentra ahora ante un verdadero dilema: si reprime las protestas y da muerte a los monjes, provocaría la indignación de la población, alimentando aún más el movimiento de protesta. Si en cambio no hace nada, perderá definitivamente el control de la situación”.