¿Contagio democrático en el mundo árabe?

El Svenska Dagbladet, de Estocolmo, opina: "Algo está ocurriendo. En un lugar del mundo donde el tiempo parecía haberse detenido, todo comienza a moverse. Y en una dirección clara: la que indica la variante libanesa de una revolución social. O las elecciones democráticas palestinas. En Egipto se admitirá la participación de varios candidatos a los comicios presidenciales. En Arabia Saudita se habla de otorgar a las mujeres los mismos derechos electorales que tienen los hombres. Nunca antes habían sido mayores las posibilidades de una evolución positiva en el mundo árabe. Hay presión del exterior, a través de la política de fomento de la democratización derivada de la doctrina Bush. Pero también hay presión interna, ejercida por gente que quiere tener las mismas libertades que nosotros. (...) La dictadura y el terrorismo ya no son aceptados como algo normal en el mundo árabe."

Acontecimiento histórico

El Corriere della Sera, de Milán, apunta: "La guerra de Irak comienza ahora a liberar fuerzas que sacuden a la región. Las primeras elecciones democráticas iraquíes y palestinas están desatando una ola democratizadora, un efecto de contagio que tiende a persistir. La protesta pacífica en las calles de Beirut derribó al gobierno marioneta de los sirios, lo cual fue percibido como un acontecimiento histórico por millones de árabes. El afán de libertad y democracia se propaga y el dictador egipcio, Hosni Mubarak, se ve forzado a aceptar elecciones presidenciales con varios candidatos. Incluso en Arabia Saudita aumenta a diario la presión por más democracia."

Incógnitas en el Líbano

El periódico holandés Trow considera que el asunto no es tan sencillo y plantea: "En el Líbano está por verse todavía si el gobierno pro sirio entregará realmente el poder. El presidente, cuyo período fue prolongado por presiones de Damasco, todavía tiene las riendas y aún no está claro en qué medida el movimiento opositor cuenta con el respaldo de sectores claves de la población, como los chiítas y parte de los cristianos. El espíritu de la guerra civil que enfrentó a grupos sociales y milicias no se ha disipado todavía por completo. (...) No obstante, está claro que la oposición libanesa alzó su voz vigorosamente y con éxito. Eso es de por sí una buena noticia."

Gobiernos ineficientes

Die Presse, de Viena, comenta: "El hecho de que las manifestaciones puedan derribar a un gobierno, como acaba de ocurrir en Beirut, es algo insólito en el Medio Oriente. El ejemplo puede inspirar a otros, considerando que el descontento con los regímenes árabes es profundo. Prácticamente no hay otra región del planeta peor gobernada. El despotismo y la incapacidad han provocado que el mundo árabe se quedara atrás. Ni las maniobras distractivas antisionistas y antiestadounidenses pueden ya ocultarlo. De seguro Israel no tiene la culpa de que el conjunto de los estados árabes, con sus 280 millones de ciudadanos, sólo genere un producto social bruto insignificantemente superior al de España."