Condena para un multimillonario
26 de enero de 2009La Deutsche Post AG, con sede en Bonn, se cuenta entre las mayores empresas de logística y correos del mundo. El grupo surgió en 1995 de la privatización de los Correos Federales Alemanes y figura desde el 2000 en el DAX, el índice bursátil de las 30 más importantes empresas alemanas.
El ex ejecutivo no tiene que ir a la cárcel, pero sí pagar una multa de un millón de euros, falló hoy (26.01.2009) el tribunal en la ciudad de Bochum, que lo enjuició por haber ocultado al fisco alemán los beneficios de una herencia millonaria que depositó en un banco del vecino Principado de Liechtenstein, lo que le permitió no pagar impuestos por casi un millón de euros.
Zumwinkel, de 65 años, que a raíz de las investigaciones perdió su cargo al frente de la ex empresa monopólica de correos, confesó el delito durante el juicio, calificándolo como "el mayor error" de su vida.
El ex hombre fuerte de Deutsche Post expuso ante la corte también su actual situación financiera. Según sus declaraciones, posee acciones y títulos cuyo valor asciende a ocho millones de euros (10 millones de dólares), así como una residencia de cinco millones de euros (6,4 millones de dólares) en el Lago di Garda. Para 2009 espera ingresos de unos 600.000 euros, aunque ya no desempeña ninguna función directiva.
Escoltado por la policía y una fiscal
"Quiero hacer borrón y cuenta nueva y afrontar las consecuencias jurídicas de mi falta", dijo además Zumwinkel, "pero ya la he pagado amargamente con consecuencias dolorosas, mi carrera tuvo un súbito final. Y el trabajo era mi vida".
La condena impuesta a Zumwinkel equivale a lo solicitado por la fiscalía. La defensa había pedido una pena menor. Se estima que Zumwinkel ocultó varios millones de euros al fisco alemán, pero debido a los plazos de prescripción sólo enfrentó cargos por evasión de 966.000 euros.
La causa provocó revuelo por tratarse de uno de los más conocidos altos managers del país. En una espectacular redada ante cámaras de televisión, Zumwinkel, quien llegó a ser uno de los ejecutivos más poderosos y respetados de Alemania, salió de su casa escoltado por la policía y una fiscal a mediados de febrero de 2008.
Apurándose a regular la situación fiscal
Un día después, admitía su culpabilidad y renunciaba al cargo de presidente de Deutsche Post, así como a todos los puestos en consejos de vigilancia de varias empresas, incluida la aerolínea Lufthansa y la operadora de telecomunicaciones Deutsche Telekom.
Desde que estalló el caso de Zumwinkel, la Justicia alemana ha abierto 400 expedientes por evasión de impuestos.
Otros centenares de alemanes pudientes admitieron en el ínterin la existencia de cuentas en Liechtenstein y saldaron sus deudas con el fisco sin tener que pasar por un juicio. Ello fue posible porque la legislación alemana prevé que quien se autoinculpe antes que las autoridades toquen a su puerta queda libre de persecución judicial, si bien no, naturalmente, de pagar los impuestos y multas que correspondan.
Los datos de estas cuentas habían sido sustraídos al banco LGT de Liechtenstein y vendidos al servicio alemán de inteligencia en forma de colección de datos en DVD.