Condena HRW torturas en Egipto y Sudán
11 de febrero de 2014Las torturas comienzan sobre todo en un campo de refugiados ubicado en el este de Sudán. Ahí se encuentran decenas de miles de desplazados de Eritrea por motivos políticos y económicos. De ahí, muchos son sustraídos por traficantes de personas, quienes los someten a abusos. Además, los criminales extorsionan a las familias de los refugiados, exigiéndoles dinero para supuestamente liberarlos.
El sufrimiento no termina ahí. Muchos desplazados eritreos son entregados después a otros traficantes de personas, esta vez de origen egipcio, dice Gerry Simpson, representante de HRW. “Ahí son torturados de nuevo, a menudo a lo largo de semanas o meses”, agrega el experto.
Simpson es autor de un informe presentado este martes, en el cual se documentan los abusos a los que son sometidos los refugiados eritreos.
Tortura y muerte
Los métodos de tortura utilizados en Sudán y Egipto son especialmente crueles. A las víctimas se les aplican electrochoques. En ocasiones se llega a torturar a personas ante la mirada de los propios hijos.
Human Rights Watch documentó cientos de casos desde 2010. Antes de ese año, muchos refugiados cruzaban Egipto y Sudán con rumbo a Israel, en busca de una mejor vida. “A partir de entonces, los refugiados comienzan a ser secuestrados en Sudán, de donde son trasladados en contra de su voluntad hacia el Sinaí”.
Si los refugiados logran sobrevivir a los tratos crueles, suelen ser transportados hacia Egipto, donde son encarcelados bajo la acusación de ingreso ilegal al país.
La policía y el ejército son parte del problema. Human Rights atch menciona en su informe 29 casos en los cuales las fuerzas de seguridad sudanesas y egipcias prestaron apoyo a los traficantes de personas.
“El gobierno niega que se lleven a cabo abusos sin que la policía y el ejército hagan algo para evitarlo. Por ello, a Simpson no le sorprende que el informe de HRW haya causado descontento en las autoridades egipcias. La organización demanda que los gobiernos de Egipto y Sudán actúen en contra de los traficantes de personas, a fin de acabar con los secuestros, torturas y asesinatos.
Llamado a España y Marruecos
Human Rights Watch (HRW) instó a España a que pare las expulsiones a Marruecos de inmigrantes subsaharianos desde la ciudad autónoma española de Melilla, en el norte de África, unas devoluciones que la organización de defensa de los derechos humanos denunció como "expulsiones sumarias".
HRW habla de abusos y violencia por parte de las fuerzas de seguridad de Marruecos contra los subsaharianos que desde su territorio tratan de entrar ilegalmente en España y son devueltos.
"Es razonable pensar que las autoridades españolas deben de ser conscientes de que los emigrantes corren el riesgo de ser maltratados si caen en manos de las autoridades de Marruecos", indicó en un informe que lleva por título "Abusados y expulsados".
La organización también habla de "fuerza excesiva" por parte de las fuerzas de seguridad españolas "cuando expulsan en forma sumaria a migrantes de Melilla". A los gobiernos de los dos países les pide poner fin a los abusos que denuncia.
"España debería detener todas las deportaciones sumarias hacia Marruecos en la frontera con Melilla y suspender el retorno forzado a Marruecos de migrantes que lleguen a Melilla, hasta tanto Marruecos demuestre que estas personas ya no corren riesgo de sufrir golpizas y otros abusos al regresar, y que sus derechos son garantizados", indicó.
El informe de HRW llega después de que el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, admitiera por primera vez la semana pasada que podría haber episodios "esporádicos" en los que las fuerzas de seguridad española expulsen a inmigrantes a través de la verja, nada más acceder estos irregularmente. Algo que contraviene la ley de extranjería.
Y después de que al menos nueve subsaharianos murieran la semana pasada ahogados en medio de un intento masivo de entrar en la ciudad autónoma española de Ceuta.
EL(dpa, efe)