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¿Con licencia para matar?

12 de junio de 2003

Pese a la oposición de Alemania, Francia y Siria, el Consejo de Seguridad de la ONU cedió ante la presión de Estados Unidos, otorgando inmunidad a todo ciudadano estadounidense que sea acusado por crímenes de guerra.

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Soldados estadounidenses en Kosovo.Imagen: AP

Con la mayoría de doce miembros del Consejo de Seguridad, la ONU aprobó la controvertida propuesta estadounidense de otorgar inmunidad a sus ciudadanos ante la Corte Penal Internacional, CPI. Alemania, Francia y Siria se abstuvieron en la votación por considerarla innecesaria y peligrosa para la legitimidad de la ONU.

Según la resolución aprobada, durante los próximos doce meses, el Tribunal Penal Internacional no podrá enjuiciar a ningún miembro de una misión de paz procedente de un país no firmante del Tratado de Roma, como es el caso de Estados Unidos, país que impulsó esta medida hace un año. Pese a la gran controversia levantada, el año pasado Estados Unidos logró el apoyo unánime del Consejo, bajo la amenaza de vetar la continuación de todas las misiones de paz de la ONU, en un momento en que estaba en peligro la continuación de la misión en Kosovo.

Esta vez, no sólo se abstuvieron Francia, Alemania y Siria, además, el Consejo de Seguridad, que debatió públicamente esta medida, tuvo que escuchar el rechazo de una veintena de países e incluso la oposición del propio secretario general de la ONU, Kofi Annan.

Medida innecesaria y peligrosa

"De repetirse en el futuro, esta medida podría poner en peligro no sólo la autoridad de la ONU y de la propia CPI, sino también la legitimidad de las misiones de paz de la ONU, una de las principales razones de su existencia," advirtió. Además dijo Annan, "la inmunidad concedida es innecesaria ya que los soldados en misiones de paz permanecen bajo la jurisdicción de sus Estados de origen. Si alguno de ellos cometiera un crimen durante su misión, sería inmediatamente repatriado".

La argumentación del secretario general fue repetida por otros países. Según establece el Estatuto de Roma, la Corte Penal Internacional no puede actuar contra una persona si ya está siendo juzgada en su país por dichos delitos.

El representante de Washington ante la ONU, James Cunningham dijo que Estados Unidos quiere proteger a sus ciudadanos de la posibilidad de que se vean sometidos ante la jurisdicción de la CPI, aún cuando este país no es miembro de la Corte, amenazando de lo contrario con dejar de apoyar las misiones de paz, como ya lo hizo el año pasado con Kosovo. "Es fundamental si no se quiere poner en peligro el mantenimiento de las misiones de paz", dijo.

No habrá fin a la impunidad

El embajador de Grecia, Adamantios Vassilakis, quien habló en representación de la presidencia de la Unión Europea, fue uno de los que defendieron con mayor firmeza la labor del Tribunal. "Para la Unión Europea, esta medida actúa en detrimento de la letra y el espíritu del Tratado de Roma, pues actúa en detrimento del propósito final de la CPI de poner fin a la impunidad de los crímenes más graves que preocupan a la comunidad internacional", señaló.

Tanto el embajador de Alemania, Gunter Pleuger, como el de Francia, Michel Duclós, afirmaron que el año pasado dieron su conformidad a la petición estadounidense pues comprendían las reticencias de la Casa Blanca en torno al funcionamiento del Tribunal y las implicaciones para sus soldados. Pero un año después, es injustificable que el Consejo tenga que renovar el período de inmunidad, a través de una resolución que refleja un cierto automatismo para los años venideros.

Durante la víspera, la Washington advirtió a sus socios europeos sobre el peligro de una nueva era de hielo transatlántica, de insistir en que ciudadanos estadounidenses sean sometidos a la jurisdicción de la CPI. El comunicado respondió a la apelación de la Unión Europea a los países de nueva adhesión provenientes del Este del continente, a no firmar acuerdos bilaterales con Estados Unidos que otorgaran inmunidad a ciudadanos estadounidenses ante la CPI, que contravengan los lineamientos jurídicos de la UE. También pidió a Serbia y Montenegro y los demás países balcánicos que resistan a las presiones de Washington.