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PolíticaBangladés

Acaba una era en Bangladés con la renuncia de Sheikh Hasina

5 de agosto de 2024

Un retrato de Sheikh Hasina, la jefa de Gobierno más veterana del mundo, que acaba de renunciar y marcharse de Bangladés.

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Sheikh Hasina gesticula con las manos mientras habla ante dos micrófonos.
Sheikh Hasina, en enero de 2024.Imagen: Mohammad Ponir Hossain/REUTERS

Por segunda vez, un viaje al extranjero de Sheikh Hasina ha cambiado el curso de la historia de Bangladés: acorralada por feroces protestas, esta mujer de 76 años ha dimitido como primera ministra y se ha trasladado en helicóptero a la India.

Termina así la era de la jefa de Gobierno con más larga trayectoria del mundo, ya que lideró el país de 170 millones de habitantes durante más de 20 años, los 15 últimos ininterrumpidos. Mientras la economía del país floreció bajo su mandato, los oponentes políticos de Sheikh Hasina, muy consciente de su poder, sufrían cada vez más la dureza de su política.

Un golpe del destino y una afortunada coincidencia

Un momento clave para ella y su país fue el 15 de agosto de 1975: golpistas asesinaron al entonces presidente Sheikh Mujibur Rahman y a miembros de su familia. El hecho de que su hija, Sheikh Hasina, sobreviviera se debe a una estancia en el extranjero: se encontraba en Alemania, donde su marido Wazed Miah realizaba investigaciones como físico nuclear en aquella época. Hasina permaneció en Karlsruhe junto con su hermana y sus dos hijos mientras una dictadura militar tomaba el poder en Bangladés.

Antes de regresar a su país de origen, ambas hermanas vivieron exiliadas en India con nombres falsos. En 1981, se produjo otro asesinato presidencial. Esta vez, fue el general Zia-ur-Rahman quien murió en un fallido golpe militar. Ese mismo año, Sheikh Hasina fue elegida líder de la Liga Awami, el partido de su padre, que había contribuido decisivamente a la independencia de Pakistán en 1971.

El hecho de que ambos Estados, separados por unos 1.500 kilómetros, estuvieran unidos se debe a un legado de la época colonial británica. Con la independencia de India, las dos zonas de mayoría musulmana se fusionaron en una colonia autónoma.

Dos archirrivales en el poder

La década de 1980 se caracterizó por un brutal régimen militar bajo el general Hussain Mohammed Ershad. Sheikh Hasina forjó una alianza con otros partidos de la oposición, entre ellos el Partido Nacional de Bangladés (BNP), liderado por Khaleda Zia, viuda del presidente asesinado en 1981. Las dos mujeres, que habían perdido cada una a un pariente cercano en sendos golpes de Estado, lograron su objetivo a finales de 1990: Ershad se vio obligado a abandonar el poder tras protestas en todo el país. En las elecciones democráticas que siguieron en 1991, Khaleda Zia fue elegida primera mujer jefe de gobierno de Bangladés. Tras un mandato, le siguió Sheikh Hasina, después Zia una vez más y, a partir de 2009, Hasina volvió a gobernar, desde entonces sin interrupción, en parte porque el BNP ha boicoteado todas las elecciones parlamentarias desde entonces, la última a principios de este año.

Una vez en el poder, la asociación que ambas mujeres tenían por conveniencia se convirtió en una rivalidad cada vez más enconada, que no escatimaba en acusaciones personales. Sus respectivos partidos también se enemistaron.  Zia fue condenada a cinco años de prisión en un juicio por corrupción en 2018, pena que posteriormente fue duplicada. Hoy día, con 78 años y delicada de salud, sigue bajo arresto domiciliario.

La propia Sheikh Hasina ha sido repetidamente blanco de la violencia durante su carrera política: según sus propias cuentas, ha sobrevivido a 19 intentos de asesinato. 

Auge y represión

Sheikh Hasina brilla sobre todo por su historial de política económica: construyó numerosas centrales eléctricas y una red eléctrica eficiente, que proporcionaron la energía necesaria para una rápida industrialización. Hoy, Bangladés es parte integrante de la industria textil mundial, aunque lo es también debido a los bajos salarios y a la escasa protección laboral. En 2013, más de 1.100 personas murieron en el derrumbe de la fábrica textil Rana Plaza.

Al mismo tiempo, Sheikh Hasina también es responsable de una represión cada vez mayor de la sociedad civil. En repetidas ocasiones, reprimió violentamente las protestas y muchos miembros de la oposición fueron detenidos durante su mandato. Desde 2018, los periodistas críticos corren el riesgo de ser acusados de "propaganda negativa" y castigados con hasta 14 años de cárcel. En la clasificación sobre libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras, Bangladés ocupa el puesto 165 de 180.

Polémico sistema de cuotas

Sheikh Hasina no ha podido detener la más reciente oleada de protestas. Al principio, los manifestantes exigían la abolición de un antiguo sistema de cuotas, según el cual el 30 por ciento de los codiciados puestos de la función pública están reservados a combatientes de la guerra de independencia de 1971 o a sus descendientes. Por el destacado papel de la Liga Awami en aquella época, este sistema ha favorecido hasta hoy a los partidarios del partido de Hasina.

A pesar de que el Tribunal Supremo recortó drásticamente el sistema de cuotas,  las protestas continuaron, alcanzando el domingo la cifra de más de 300 víctimas mortales en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

(ms/ers)