Un garaje en Múnich. Aquí guarda Richard Orthuber su mayor tesoro: un Amphicar 770. Este raro coche clásico no es el más rápido en la ruta, pero tiene una ventaja: también puede andar en el agua. Para rodar y navegar el Amphicar necesita dos matriculas: una como auto y otra como lancha. Richard Orthuber verifica que todo esté en orden y ya podemos salir a dar una vuelta por el lago Chiemsee.