Con el alma en Fukushima
14 de julio de 2011El equipo dirigido por Norio Sasaki alcanzó este miércoles el mayor logro en la historia del fútbol femenino japonés al vencer a Suecia en semifinales. En cuartos había protagonizado el gran golpe del torneo: eliminar a la actual campeona y gran favorita, Alemania.
"El equipo afrontó ese partido decisivo con una motivación especial: antes de salir a la cancha, el entrenador mostró un video con imágenes del terremoto y el tsunami que arrasaron Japón en marzo y de la catástrofe en la central nuclear de Fukushima. Al final del video se leía la frase: "¿Qué podemos hacer ahora?"
Les dije a las jugadoras que si las cosas se ponían difíciles debían pensar en las víctimas de la catástrofe y esforzarse aun más", contó el propio Sasaki. Todas quedaron "profundamente tocadas".
El técnico consideró que no será necesario repetir la experiencia antes de la final en Fráncfort: "Las jugadoras ya saben lo que tienen que hacer", se limitó a decir ante el partido con Estados Unidos.
Una alegría para Japón
Lo cierto es que el desastre del 11 de marzo, una de las peores catástrofes naturales en la historia de la humanidad, acompañó al equipo japonés desde el inicio del torneo. Desde su debut, las jugadoras salieron a la cancha en cada partido con un cartel en el que se lee: "A nuestros amigos en todo el mundo. Gracias por su apoyo".
Al mismo tiempo, en un Japón todavía de luto se vivió el éxito de la selección femenina en Alemania 2011 como la primera alegría deportiva desde el desastre. Miles de personas encontraron un motivo de ilusión y distracción siguiendo los partidos en la lejana Alemania.
"Japón está atravesando momentos muy duros", explicó la delantera Karina Maruyama. "Lo que podemos hacer es mostrar por televisión cuánto nos estamos esforzando". Su compañera Yuki Nagasato coincidió en el objetivo: "Esperamos que la gente en casa pueda alegrarse con nosotras".
Versión femenina nipona del Barcelona
La tragedia pudo ser una inspiración para el "milagro" de Japón en Alemania 2011, pero su juego fue cualquier cosa menos triste. La selección, octava en el ranking mundial de la FIFA, llegó con una idea futbolística clara que fue evolucionando a lo largo del torneo y que mostró su mejor versión en la victoria de semifinales por 3-1 frente a la potente Suecia.
Las japonesas respondieron a la desventaja inicial por 1-0 apelando a un fútbol de posesión, paciencia y toque, y enormemente eficaz en la explosión final frente al área rival.
Los comentaristas coincidieron en apelar al esquema de Pep Guardiola para explicarlo: "Como el Barcelona, pero con las uñas pintadas", resume hoy el diario "Die Zeit".
El ex futbolista neozelandés Wynton Rufer lo había advertido antes del duelo con Alemania: "Japón es el Barcelona del fútbol femenino", señaló al diario "Hamburger Abendblatt". "Hacen circular el balón con gran perfección. Si uno las deja jugar, te liquidan".
Si Japón corona su gran Mundial y gana el título el domingo, cada jugadora cobrará un premio de sólo 13.000 euros (18.000 dólares). Pero los integrantes del plantel saben que en Fráncfort habrá mucho más que eso en juego. "Lo que hicimos hasta ahora es bueno para Japón", analizó el entrenador Sasaki. "Las pequeñas cosas pueden dar valor y esperanza a las personas". En la situación actual, un premio que no tiene equivalente económico. (dpa)