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Cheque en blanco para Sarkozy

DW-WORLD11 de junio de 2007

La arrolladora victoria de la derecha en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia es interpretada por la prensa europea como un claro respaldo a las reformas que prometió el nuevo presidente.

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Sarkozy
De falta de apoyo no se podrá quejar el presidente francés.Imagen: AP

Le Figaro, de París: "Nuestro país está dominado ahora claramente por dos grandes fuerzas políticas. Se organiza en torno a un poderoso partido liberal y conservador de derecha, que abarca a diversas familias políticas, y a un gran partido socialista y socialdemócrata, en el que diversas corrientes de pensamiento, más que integrarse, se acumulan. Un país, en el que los partidos pequeños son desplazados a la segunda o la tercera fila. Seguramente la democracia no se verá perjudicada por ello. En cambio, es probable que la acción política se vuelva más efectiva. Esta nueva Francia quiere reformas y hechos. Sería un error creer que la alta abstención electoral es signo de abstinencia política. Los resultados lo demuestran: los franceses que concurrieron a las urnas votaron a favor de fortalecer al presidente en su voluntad de acción. La mayoría presidencial ha recibido un claro mandato: hacer lo que ha prometido."

Doble legitimación

General-Anzeiger, de Bonn: "Al término del súper año electoral, el presidente Sarkozy puede sentirse doblemente legitimado para poner efectivamente en práctica las reformas. La ronda final del próximo domingo es ahora una mera formalidad. Tras haber arrasado, Sarkozy no tiene por qué temer resistencia del parlamento. Tanto más cruda será ciertamente la protesta callejera cuando los laureles iniciales se hayan marchitado. También el triunfador Sarkozy tendrá esa experiencia."

Sin control ni equilibrio

Corriere della Sera, de Milán: "El triunfo de la derecha en la primera ronda de las elecciones parlamentarias francesas fue avasallador y, por lo demás, resultó más amplio de lo que predecían las encuestas. El bando de Nicolás Sarkozy y sus aliados podrían conquistar más de 450 escaños. (...) Una de las causas de este resultado es la baja participación electoral, que castigó a la izquierda. El éxito de Sarkozy en los comicios presidenciales desató en amplias capas de la sociedad gala la sensación de que se ha puesto en marcha un proceso irrefrenable. En efecto, la elección parlamentaria se convirtió en una especie de ratificación del resultado de la elección presidencial (...) La proximidad temporal de ambos comicios convirtió a las elecciones parlamentarias en un referéndum sobre el inquilino del Palacio del Elíseo, sin otros mecanismos de control de supervisión y de equilibrio."

Horizonte azul radiante

Basler Zeitung, de Basilea: "El horizonte político para la nueva cúpula de gobierno francesa se ve tan despejado y azul como el color del partido vencedor. (...) La verdadera dimensión del triunfo se hará visible la semana entrante, cuando se conozca la repartición definitiva de escaños, tras la segunda vuelta electoral. La primera ronda de los comicios parlamentario, en todo caso, permite concluir que la ciudadanía no sólo quiso brindarle una clara mayoría al nuevo presidente, Nicolas Sarkozy, y su gobierno, sino extenderle prácticamente un cheque en blanco para su política de reformas."