Carnaval en Venecia

Al mediodía, cuando sonaron las doce campanadas, Julia Nasi, una estudiante veneciana de 22 años, se lanzó desde lo alto del campanario de la basílica de San Marcos cumpliendo con la tradición del “Vuelo del ángel”.

Se dice que en 1548 un acróbata turco ascendió a la punta del “campanile”, el campanario de San Marcos, desde donde lanzó flores y se balanceó hasta el Palacio Ducal. En principio, se revivió esa historia con muñecos de papel maché, y desde hace 15 años se lanzan mujeres jóvenes aseguradas con cables y una grúa

En Castello, uno de los barrios más auténticos de Venecia, se elige un día antes del “Vuelo del ángel” a la joven que volará por los aires en la “Fiesta de las Marías”. Doce mujeres desfilan por las calles. A las 15 horas se detienen para cantar el himno veneciano. La más bella será la que vuele como un ángel al iniciarse el Carnaval de Venecia.

Unos 200.000 turistas llegan cada año al Carnaval de Venecia. Muchos de los cerca de 58.000 habitantes de la ciudad huyen del alboroto. Los comerciantes y hoteleros registran grandes ganancias.

En las callejuelas, el carnaval, sin embargo, deja de pertenecer a los turistas, y vuelve a ser veneciano. Durante la “Fiesta de María” se forman grupos que llevan máscaras históricas. El carnaval es una tradición antiquísima, pero se lo festeja en las calles desde 1979.

En sus orígenes, el carnaval de Venecia no era solo una celebración, sino también una competición marcial. Massimo Andreoli (ctro.) está aquí disfrazado de soldado, en un traje original de 1430. A él se le debe el renacimiento del carnaval veneciano.

El atelier Pietro Longhi, una de las cinco sastrerías más importantes de Venecia, está en el barrio San Polo. Allí se confeccionan los trajes para los invitados a bailes de disfraces cuya entrada puede llegar a costar 3.000 euros, como en el caso del baile del Dogo.

El modelo de este vestido del atelier Longhi surgió de un traje del Museo Correr. El sastre Francesco Briggi utilizó encaje, terciopelo, brocado y seda. Su precio: 15.000 euros. También se lo puede alquilar por 250 euros por día. Briggi también diseñó los vestidos de las jóvenes de la “Fiesta de María” inspirándose en una pintura de Vittore Carpaccio de 1495.

Venecia, una ciudad amenazada por el turismo masivo, debe hallar nuevas formas de seguir floreciendo. Por ejemplo, a través de la búsqueda de nuevos talentos para la Bienal de Arte y Arquitectura, y para el Festival Internacional de Cine.

El carnaval renano y el carnaval veneciano se unen este año. La pareja de príncipes niños de Bonn fue invitada a celebrar el carnaval en Venecia, que, según Massimo Andreoli, es una fiesta tan alegre como la renana.