Carnaval de las culturas
31 de mayo de 2004
Berlín asume gustoso y festivamente su carácter multicultural. Al fin y al cabo, en la capital alemana se han avecindado personas de más de 180 países. Y es precisamente esa pluralidad la que marca el sello particular de la metrópoli germana, por mucho que le pese a los incorregibles grupúsculos nacionalistas. La ciudad, que ha conocido en carne propia décadas de división, quiere alzarse también ahora como un símbolo de unidad. Como lo subrayó su alcalde- gobernador, Klaus Wowereit, "la integración no es un término foráneo en Berlín".
Soñando con Río
Así lo demostraron los 4 200 bailarines, músicos, actores y aficionados que asumieron el reto de dar a conocer una pincelada de la cultura de sus respectivos países de origen en un desfile que se prolongó por varias horas. 70 carros alegóricos y más de un centenar de grupos, encabezado por el brasileño Afoxé Loni, inundaron de colorido y ritmos contagiosos las calles berlinesas. El viaje más largo fue el que tuvo que realizar un conjunto de percusionistas de Bangladesh.
Por momentos, los berlineses pudieron cerrar los ojos y soñar que se hallaban en Río de Janeiro o en otros remotos lugares, acariciados por la música y el sol de los albores del verano.
No todo es baile
Pero, aparte de la fiesta en sí, este Carnaval de las Culturas no cierra lo ojos a la realidad. Algunos de los grupos abordaron también en sus presentaciones temas contingentes del ámbito político, como la ley de inmigración, y criticaron, por ejemplo, la práctica de expulsar a extranjeros que se encuentran en forma ilegal en Alemania.
El encuentro multicultural viene realizándose en Berlín desde hace nueve años. Siempre ha sido un imán para el público, pero en esta oportunidad se batieron todos los récords: aproximadamente 900 mil personas contemplaron el desfile, a lo largo de sus 3,5 kilómetros de recorrido. Contando además la serie de actividades complementarias de este fin de semana, los organizadores calculan que el total se asistentes se elevó a cerca de un millón y medio de personas.