En Tekawe, en Renania del Norte-Westfalia, Anja Kruse está ahora al mando de la empresa que fundó su padre. Cuando iba al colegio y también como universitaria, Anja Kruse trabajó a temporadas en el negocio de sus padres. Ahora se convirtió en la jefa. El sénior que fundó la empresa en 1988 eligió pronto a su hija como su sucesora. Ahora él se está retirando poco a poco del negocio. Ella hizo una formación, estudió un tiempo ingeniería administrativa y ahora tiene que hacerse un nombre entre los trabajadores y los clientes. No es una tarea fácil en el sector de la ingeniería mecánica. Los clientes demandan soluciones personalizadas. La empresa está especializada en la técnica de lubrificado y dosificación, algo imprescindible por ejemplo en la industria del automóvil. Dorothea Topf nos muestra cómo Anja Kruse ha dado el salto.