¡Califica a tu maestro!
5 de junio de 2006
El profesor de ingeniería de la Escuela Superior de Gelsenkirchen maneja a sus estudiantes como si fueran un grupo de boyscouts. Hasta el más lento tiene cabida en el grupo. Para explicar los conceptos de las distintas materias que imparte, utiliza ejemplos de la vida real, lo que hace sus clases comprensibles y divertidas. Sus estudiantes le otorgaron la mejor calificación en siete distintos criterios, lo que a su vez ayuda a otros estudiantes a elegir por quien optar al cursar tal o cual materia.
El portal internet www.meinprof.de, convoca a los estudiantes de Universidades y Escuelas de Educación Superior de todo el país a emitir su juicio sobre los cursos visitados. Hasta el momento el portal ha registrado más de 133.000 participaciones de estudiantes sobre 33.350 cursos. La página sin embargo no deja de causar controversia entre los profesores mismos, ya que incluso sin haber asistido a un curso es posible emitir juicios y comentarios.
Un prestador de servicios
Sus estudiantes aprecian que Toonen sea accesible. "Puedo tocar en su cubículo y por lo general me atenderá", afirma Benedikt Knüstig. El profesor de técnica en electrónica se entiende a si mismo como un prestador de servicios que trata a sus estudiantes como si fueran sus clientes. "Quiero dar también y no sólo exigir", dice Toonen de 48 años. Es común que tenga que responder sus correos ya entrada la noche, y que sus horarios de trabajo sean de sol a sol.
Debido a que sus cursos son regularmente atendidos por varones, Toonen ha desarrollado proyectos especialmente para ellos. Como la construcción de un simulador Fórmula 1, o un expendedor automático de cerveza. "Trabaja y explica sus materias más claramente que los demás", dice Andre Wüpping.
Un ambiente agradable
Tal vez en algo influye el especial ambiente de la Escuela Superior de Gelsenkirchen, cuyo edificio se encuentra sumergido en agua casi hasta la mitad. Un puente lleva hasta la puerta principal y está rodeado de bosques. La sala de exposiciones está recubierta de madera. Ahí el profesor Toonen explica sus ponencias con ayuda de un proyector. A menudo dibuja improvisadas imágenes para aclarar sus palabras. Pascal Busch, uno de sus estudiantes, señala que Toonen explica y explica, hasta que todos hayan entendido.
Si alguno de sus 300 estudiantes de mecatrónica tiene dudas todavía, Toonen vuelve a aclarar lo explicado en su cubículo, o después de clases, con una cerveza.
La empresa de asesoría estudiantil, Juniter, desarrolló el portal y el sistema de evaluación con el que se quiere capturar la opinión de los estudiantes sobre sus maestros. Esto sirve como estímulo para mejorar la calidad docente.