Bundesliga: la hora de los empates

En la cúspide de la tabla de posiciones de la primera división del fútbol alemán se vivieron momentos de suspenso. Pero más allá no pasó el asunto, porque el VfB Stuttgart no logró conquistar el sitial de puntero que parecía tener al alcance de los pies. El porfiado marcador se negó a registrar más que un pálido 0:0, pese a que su rival, el Herta BSC, tuvo que jugar todo el segundo tiempo con un hombre menos, desde que el árbitro le mostrara tarjeta roja por una falta menor al brasileño Rafael, que ya tenía amarilla.

Extrañando a Kuranyi

Para los berlineses, el empate a cero fue, en consecuencia, un verdadero triunfo. En descargo del plantel de Stuttgart hay que recordar que el equipo tuvo que prescindir de su máximo goleador, Kevin Kuranyi, de momento lesionado y fuera de combate. No obstante, los propios jugadores reconocieron que no se habían lucido.

“Hubo demasiado poco movimiento. Cuando uno juega medio tiempo contra 10 hombres, hay que dirigir el juego. Desperdiciamos esa ocasión”, admitió el seleccionado nacional Philipp Lahm. Por su parte, el entrenador del Stuttgart, Matthias Sammer, se tomó el asunto con filosofía: “Ya se verá, en el transcurso de la temporada, si regalamos dos puntos o si más bien ganamos uno”, indicó. Así las cosas, el Wolfsburgo lleva el liderazgo, tras haber derrotado por 2 goles contra uno al Hansa Rostock.

Más empates

Uno de los momentos de mayor emoción futbolística de este fin de semana lo brindó, paradójicamente, otro empate: el del Bayern de Munich frente a Borussia de Dortmund, por 2:2 . Lo apasionante del asunto fue que los bávaros lograron igualar en el último minuto o, para ser más precisos, en los últimos dos minutos del encuentro.

También el Bayer Leverkusen sólo pudo ofrecer a sus hinchas un empate contra el Nuremberg. Un resultado bastante sufrido, que consiguió tras remontar una cuenta negativa de 2:0 y que debe haber inducido a algunos seguidores a echar mano de sus aspirinas. El Bayer, en todo caso, todavía puede consolarse ufanándose de haber pasado como una aplanadora por encima del Real Madrid hace algunos días, en el partido de la Liga de Campeones. Al fin y al cabo, la vergonzosa derrota de los hispanos por 3:0 en Leverkusen fue, de seguro, uno de los principales detonantes de la fulminante renuncia de José Antonio Camacho como entrenador del Real Madrid