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Brexit sin fin: sí a un acuerdo, pero no a cualquier precio

Barbara Wesel
15 de octubre de 2020

Hay consenso entre los jefes de Gobierno de la UE: quieren llegar a un acuerdo final con Reino Unido, pero no a cualquier precio. La UE quiere negociar hasta el final, pero cree que la pelota está en tejado británico.

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Imagen: Duncan McGlynn/Reuters

La primera jornada de la cumbre de la Unión Europea, celebrada el jueves 15 de octubre de 2020, arrancó con una evaluación del estado de las negociaciones sobre el "brexit", pero una comunicación repentina de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, mostró cuál es la amenaza concreta que en estos momentos se cierne sobre todos los participantes. Un miembro de su oficina personal había dado positivo por coronavirus, por lo que debía ponerse inmediatamente en cuarentena. Con esa notificación concluyó la participación de Ursula von der Leyen en esta cumbre. Ya antes de su inicio, se presagiaba que esta iba a ser la última ocasión en muchos meses en la que los jefes de Gobierno de la UE iban a encontrarse personalmente.

Mateusz Morawiecki, primer ministro polaco, se quedó en casa también debido a la cuarentena. El encuentro se celebra bajo estrictas medidas de higiene, con delegaciones reducidas y pocos periodistas a las puertas. Pero el nuevo caso de la oficina de Ursula von der Leyen muestra que no hay seguridad ninguna. El viernes, 16 de octubre de 2020, los jefes de Gobierno quieren debatir sobre la pandemia para coordinarse mejor e impulsar recursos.  

Sería una locura no llegar a un acuerdo

Las conclusiones sobre el "brexit" fueron planteadas poco después de un breve debate: Michel Barnier, el jefe negociador de la UE, debe continuar el diálogo, redoblar los esfuerzos y preparar todo para un posible fracaso de las negociaciones. Los jefes de Gobierno de la UE piden al primer ministro británico que dé "los pasos necesarios para hacer posible un acuerdo". Mark Rutte, el primer ministro holandés, es amigo de las cosas claras y fue muy directo: la pandemia ha llevado a Europa a una recesión sin precedentes, y muchos países deben valerse de nuevas restricciones para hacer frente a una segunda oleada de infecciones. A la vista de la debacle económica y de la inestabilidad mundial, sería una "locura" que ambas partes no pudieran ponerse de acuerdo.El propio Boris Johnson dijo hace un año que una salida sin acuerdo sería un "fracaso de la diplomacia". La UE cree que ahora la pelota está en su tejado.

Si Boris Johnson pensaba que podía sembrar la división en la UE y presionarla con plazos de tiempo, su estrategia ha fallado. Su ultimátum del 15 de octubre de 2020 venció sin que los jefes de Gobierno de la UE se inmutaran, y pocas veces se escuchó a los 27 hablar de forma más unánime: "Queremos un acuerdo con Reino Unido, pero no a cualquier precio". Michel Barnier sigue teniendo la confianza de los 27 y su mandato prosigue. "Unidos somos fuertes", dijo al respecto el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel. No se ha cumplido la esperanza británica de que al final imperarían los intereses individuales de los países miembros de la UE, y que eso acabaría separándolos.

UE quiere un acuerdo justo de "brexit"

Además, los británicos malinterpretaron algunas observaciones que Angela Merkel hizo en el pasado, y pensaron que la canciller iba a rescatar en el último minuto los intereses británicos.  "Antes de la cumbre, queremos volver a formular nuestra posición. Queremos un acuerdo, pero no a cualquier precio. Tiene que ser un acuerdo justo, del que ambas partes se beneficien", dijo Merkel en Bruselas en esta ocasión.

Son palabras extremadamente claras, que no se prestan a interpretaciones que den pie a la parte británica a albergar esperanzas de una negociación extraordinaria. Se espera que el mayor rechazo por parte de la UE a un posible acuerdo lo presente el presidente francés, Emmanuel Macron. La Comisión Europea ya ha enviado más de 100 medidas preparatorias para el caso de que no haya acuerdo. Macron destacó que el "brexit" no podía conducir a un "dumping ambiental o social" en las fronteras de la UE, por lo que debe haber un acuerdo justo con estándares similares. Se trata de que haya una competencia más justa en el terreno de las ayudas estatales para las empresas y en los estándares de producción. La UE cree que Boris Johnson debe hacer aquí una concesión necesaria y abandonar la idea de soberanía legislativa total.

La pesca, punto crítico de la negociación

"Nuestros pescadores no pueden ser las víctimas del Brexit bajo ningún concepto" dijo Macron. La pelea por las cuotas de pesca es políticamente importante para el líder francés, que no quiere convertirse en el presidente que dejó en la estacada a los pescadores de Bretaña y Normandía. En este punto, el acuerdo se perfila como  especialmente difícil, porque la pesca también es algo cargado de simbolismo político para Boris Johnson.

La UE se había puesto un plazo hasta finales de octubre para concluir las negociaciones de la salida del Reino Unido, pero como la distancia entre las partes es enorme ahora mismo y hay más de 400 páginas legales por acordar y elaborar, se cree que el proceso podría durar más tiempo. Algunos hablan de la primera semana de noviembre; otros quieren darse aún más tiempo. Lo cierto es que el bloque comunitario europeo está decidido a permanecer en la mesa de negociacionese hasta el final.( ms/cp)