La ciudad fronteriza recibe más de la mitad de los 4,5 millones de visitantes y 2.500 millones de dólares al año que genera el turismo de salud en el estado mexicano de Baja California, donde los extranjeros, sobre todo estadounidenses, buscan mejores precios, una atención personalizada y de calidad en cirugías estéticas, odontología y tratamientos de todo tipo.