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Bombas ecológicas

Dan Hirschfeld
8 de enero de 2019

Jordania está haciendo grandes esfuerzos por abastecer de agua a su pueblo. En el país seco esto consume mucha energía y aún así el agua no siempre llega a su destino. La solución podría ser el uso de nueva tecnología.

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Einer der Zuflüsse des Jordan, mit sehr wenig Wasser
Imagen: DW/D. Hirschfeld

Jordania: bombas de agua que ahorran energía

Objetivo del proyecto: mejorar el balance de carbono de los servicios de agua y saneamiento en Jordania, México, Perú y Tailandia mediante la introducción de tecnologías de reducción de gases de efecto invernadero.

Implementación del proyecto: el proyecto introduce tecnologías de reducción de gases de efecto invernadero en las empresas de agua y aguas residuales, mejorando así su balance de CO2. Apoya los esfuerzos de protección del clima en el sector del agua mediante un enfoque intersectorial, que aborda el agua, la energía y la seguridad alimentaria de manera integrada.

Socios del proyecto en Jordania: Ministerio de Agua y Riego (MWI, por sus siglas en inglés) de Jordania, Autoridad del Agua de Jordania (WAJ), Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ)

Presupuesto: 6,5 millones de euros como parte de la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI, por sus siglas en alemán) del Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU, en sus siglas en alemán). El proyecto se está ejecutando en Jordania, México, Perú y Tailandia.

Duración del proyecto: de diciembre de 2013 hasta mayo de 2019 (En Jordania: de julio de 2016 hasta mayo de 2019)

Jordania es uno de los países más secos del mundo. Consume más electricidad para su abastecimiento de agua que para cualquier otro servicio: el 15 por ciento de su consumo total de electricidad. A pesar de ello, solo hay agua corriente una vez a la semana y aún así no siempre es suficiente.

En la región de Madaba, a 800 metros sobre el nivel del mar, las nuevas bombas, fiables y energéticamente eficientes reducirán el consumo de energía y protegerán el clima. Aquí, la electricidad proviene de generadores diésel y con cada kilovatio hora que se ahorra se reducen las emisiones de CO2.

Un videorreportaje de Dan Hirschfeld (ar/jov)