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Bombardeo en Gaza: “Una pesadilla que vuelve una y otra vez”

12 de octubre de 2023

La población civil de la Franja de Gaza está pagando un alto precio por el sangriento ataque terrorista de Hamás contra Israel: cientos de miles de personas huyen de los ataques de represalia.

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Personas caminando entre las ruinas de Gaza luego de un bombardeo israelí en respuesta al ataque terrorista de Hamás.
Escena en la ciudad de Gaza, el miércoles, después de un bombardeo israelí.Imagen: Majdi Fathi/NurPhoto/picture alliance

Protección no hay en ningún lugar de la Franja de Gaza, dice Mona Sabbah por teléfono a DW desde la ciudad de Gaza. Desde el sábado, la joven de 29 años pasa la mayor parte del tiempo en el sótano de su casa, con sus hijos, su marido y los vecinos. "Anoche hubo bombardeos continuos, especialmente en [el distrito de] Rimal, fueron intensos. Uno se pregunta dónde bombardearán después. ¿Sobreviviremos esta la noche? ¿Veremos el amanecer de un nuevo día?"

Se trata del quinto conflicto armado entre Israel y Hamás y otros grupos militantes palestinos. Y sin embargo, todo es distinto. El sábado 7 de octubre, Hamás, la organización terrorista que gobierna la Franja de Gaza, comenzó a lanzar misiles contra pueblos y ciudades. Luego, cientos de hombres palestinos armados atravesaron la valla de alta seguridad y entraron en ciudades israelíes alrededor de la cerrada Franja de Gaza para matar y secuestrar personas arbitrariamente. El gobierno de Israel declaró el estado de guerra. Desde entonces, Israel ha estado bombardeando la aislada franja costera. Al mismo tiempo, las ciudades y comunidades israelíes están bajo el fuego constante de misiles lanzados por grupos militantes palestinos de Gaza.

La pequeña zona, con alrededor de 2,3 millones de habitantes, ha estado ampliamente aislada de Israel y, en parte, de Egipto, durante más de 16 años. La organización islamista Hamás tomó el control de la Franja de Gaza en 2007 después de una victoria electoral y batallas con combatientes de Fatah. La reanudación de la guerra despierta los peores temores en muchas personas en Gaza.

"No hay electricidad ni agua”

"Si quieren algo, que se arreglen con Hamás. Nos están disparando a nosotros, no a Hamás”, dice Sabbah. "Lloré toda la noche, todos gritamos y lloramos. Es increíble que nos vuelva a pasar esto. Somos civiles, no hemos hecho nada, queremos que esto termine. No hay electricidad, ni internet, y apenas si hay agua. ¿No es suficiente que llevemos 15, 16 años viviendo bajo un bloqueo? ¿Qué más pasará?"

Hasta ahora, más de 1.200 personas han muerto en Israel y más de 3.100 han resultado heridas. La mayoría de las víctimas murieron en los ataques terroristas de Hamás del sábado. Entre 100 y 150 personas, entre ellas niños, ancianos y ciudadanos extranjeros, han sido secuestradas y siguen mantenidas como rehenes en Gaza.

Cadáveres en bolsas de las víctimas de un ataque aéreo en la ciudad de Gaza.
Víctimas de un ataque aéreo en la ciudad de Gaza, el miércoles.Imagen: Mustafa Hassona/AA/picture alliance

"Bloqueo Total”

El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció el lunes (9.10.2023) un "bloqueo completo" y detuvo el suministro de electricidad, alimentos y gasolina desde Israel a la zona acordonada. Normalmente, los alimentos y combustible llegaban a Gaza, bajo estrictos controles, a través del paso fronterizo israelí de Kerem Shalom. Tampoco se entregará más el agua potable que la Autoridad Palestina compró en Israel para la Franja de Gaza. Entretanto, Egipto ha cerrado sus pasos fronterizos en el sur de la Franja de Gaza.

Organizaciones israelíes de derechos humanos como Gisha, que aboga por la libertad de movimiento de los palestinos, criticaron las represalias de Israel como un castigo colectivo y un "total desprecio por la población civil".

El miércoles por la tarde, la única central eléctrica de Gaza se quedó sin combustible. Los cortes de energía prolongados son comunes en Gaza, pero este apagón total está llevando a la pequeña zona al límite. "Ya no hay electricidad, y ya no hay combustible para los generadores", informa un periodista en Gaza, que carga su teléfono móvil con un pequeño dispositivo solar.

Una paloma vuela entre las ruinas en Gaza, y niños miran hacia el cielo.
Una paloma vuela entre las ruinas en Gaza, luego de los bombardeos.Imagen: Ibraheem Abu Mustafa/REUTERS

Seria advertencia del CICR

Esto agrava la sensación de aislamiento, especialmente ahora, cuando todos están en casa buscando un refugio improvisado de los ataques aéreos, y los teléfonos móviles son la única forma de mantenerse en contacto con familiares y amigos. Pero los hospitales, y el ya de por sí frágil sistema de salud, también se ven afectados, y corren peligro de colapsar por completo debido al creciente número de heridos. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha advertido que los hospitales corren el peligro de convertirse en morgues.

"Ya no puedo más", dice Raed El Athamnah en conversación telefónica con DW. Es padre de familia y trabajó durante muchos años como chofer para periodistas extranjeros. El sábado tuvo que huir con su familia de Beit Hanoun, una ciudad al norte de Gaza, en la zona fronteriza con Israel.

Ahora habitan en un refugio de emergencia en una escuela dirigida por la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, en Jabaliya, un campo de refugiados y un barrio de la ciudad de Gaza. "Sólo tenemos lo que llevábamos puesto el sábado. No nos hemos duchado desde entonces. No dormimos, en todas partes hay detonaciones a nuestro alrededor", dice El Athamnah. Como él, muchos otros están huyendo dentro de la Franja de Gaza. No hay muchas opciones: las fronteras con Egipto e Israel están cerradas y no hay refugios ni búnkeres.

Columnas de humo sobre la ciudad de Gaza.
Columnas de humo sobre la ciudad de Gaza, el miércoles 11.10.2023.Imagen: Mohammed Salem/REUTERS

Buscar protección

Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), unas 340.000 personas tuvieron que huir de sus hogares desde el sábado, principalmente de zonas cercanas a la frontera en el norte y el este de la Franja de Gaza. Alrededor de dos tercios de ellas buscan protección en escuelas administradas por la Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos, UNRWA. Otros intentan quedarse con familiares más al oeste de Gaza, pero allí también la Fuerza Aérea y la Marina israelíes bombardean desde la costa.

El miedo y el trauma de guerras pasadas afecta profundamente a muchas personas en Gaza. "Es una pesadilla que vuelve una y otra vez”, dice El Athamnah, que ya perdió su casa en la guerra entre 2008 y 2009.

"Aquí tampoco nos sentimos seguros, y quién sabe lo que vendrá", afirma Athamnah, y dice que los ataques aéreos israelíes son incluso más intensos y violentos que cualquier cosa que haya vivido antes. Los temores de la gente son fundados: el primer ministro de Israel ha advertido que "Hamás ha cometido un error de proporciones históricas", y que el precio de ellos será "recordado durante décadas". En estos momentos se habla de que una ofensiva terrestre es inminente.

(cp/ers)