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Blatter "indignado"

DW-WORLD1 de julio de 2006

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, está "indignado" por los incidentes ocurridos este viernes luego del fin del partido Alemania-Argentina.

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Blatter: "no puede ser".Imagen: dpa


Acabada la tanda de penaltis, sobre el campo se arma un barullo en el que argentinos y alemanes se enfrentan con poco decoro. ¿Qué pasó en esos minutos? El ambiente estaba cargado de la tensión propia, pero en el fútbol uno gana y otro pierde y para escenas de este tipo no queda lugar. Mala imagen. Sobra.

"Estoy indignado", declaró Blatter a la radio británica Five Live Sport. "Vamos a tomar medidas con aquellos que sean identificados como provocadores de este incidente". "En el fútbol", prosiguió, "yo siempre digo que se aprende a ganar, pero también hay que aprender a perder. Después de 120 minutos de juego es un drama, hay que llegar a los penaltis y el fútbol se convierte en tragedia, uno gana y otro pierde. Así es", dijo el presidente de la FIFA.

Tarjeta roja para Cufré

La pelea se desencadenó por una tarjeta roja que el árbitro del encuentro, el eslovaco Lubos Michel, mostró al albiceleste Cufré. El argentino dejó su marca en la pantorrilla de Mertesacker, tras una patada que hizo que la pierna del alemán empezara a sangrar.

WM 2006 - Deutschland - Argentinien Tumulte nach dem Abpfiff am Spielfeldrand
Tristes imágenes tras el partido Alemania-Argentina.Imagen: AP

Cufré ha sido momentáneamente suspendido por un partido, a la espera del fallo del Comité de Disciplina Deportiva que dispone ya de todo el material necesario para analizar con detenimiento lo sucedido sobre el terreno de juego.

"Los argentinos son malos perdedores. Perdieron la cabeza", declaró en relación a lo sucedido el jugador alemán Torsten Frings. Por su parte, el manager de la selección alemana, Oliver Bierhoff, que se vio implicado en la trifulca, dijo que "todo el partido estuvo plagado de provocaciones de los argentinos". "Por abajo nos pisoteaban y por arriba nos insultaban. Tuve que soportar que me llamaran hijo de puta y mierda. Los argentinos han sobrepasado todas las fronteras del juego limpio", añadió el manager.

Una lástima

Según el capitán del equipo alemán, Michael Ballack, durante la tanda de penaltis los albicelestes intentaron desconcentrar a los jugadores alemanes con "expresiones en español". Tras marcar su penalti, el argentino Julio Cruz se giró hacia germanos y se llevó el dedo a los labios en señal de silencio. Cuando Tim Borowski hizo lo propio con su oportunidad ante el portero albiceleste, repitió el gesto de Cruz. "Durante los penaltis, los argentinos trataron en repetidas ocasiones de desconcentrarnos. El gesto fue una señal para que se tranquilizaran", aclaró Borowski.

"La reacción de Borowski fue tomada como una provocación por los argentinos, pero eso no justifica lo que pasó después", opinó Bierhoff. Y lo que pasó después acabó con un muslo sangrante y una tarjeta roja.

"El temperamento de los argentinos es muy fuerte, los conozco de mi temporada en Italia", añadió el manager alemán, que dijo haber querido proteger a sus jugadores y calmar los ánimos. "Luego, los argentinos se volvieron contra mí", declaró Bierhoff. "Hubo roces, pero sólo ataques verbales. De nuestros jugadores, el único que salió perjudicado del tumulto fue Mertesacker que tiene un corte en el muslo y naturalmente está dolido e indignado. Es una lástima que en el campo no hayamos podido seguir el ejemplo de los aficionados en este Mundial que celebran pacíficamente y saben encajar bien las derrotas", agregó Bierhoff.