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Birkenstock: sandalias de culto en la bolsa de Nueva York

Mischa Ehrhardt
14 de septiembre de 2023

Con la salida de Birkenstock a la bolsa en Nueva York, el fabricante de las cómodas sandalias con aire ecologista se consagra en el mundo de los hípsters.

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Sandalias Birkenstock negras.
Las sandalias Birkenstock están asociadas con la salud y la sostenibilidad. Imagen: Carl-Olof Zimmerman/TT/picture alliance

Se abre un capítulo especial en los casi 250 años de historia de la empresa: el tradicional fabricante alemán de sandalias Birkenstock presentó su folleto bursátil a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU.(SEC). El volumen de la colocación de acciones sigue sin estar claro por ahora.

Relacionamos la marca Birkenstock sobre todo con sandalias. Pero la empresa también incluye en su gama de productos camas y colchones, con líneas que llevan nombre de ciudades como Bangkok, Camberra y Montreal.

"Birkenstock es una marca de culto”, dice Hendrik Leber, ejecutivo de la administradora Acatis, refiriéndose principalmente a Estados Unidos. "Claro que no se puede comparar con la moda de Milán o París”, acota. Precisamente, ese parece ser el secreto de su éxito: haber apostado consecuentemente por la salud y la sostenibilidad, dejando de lado en gran medida los dictados de la moda.

Una larga historia empresarial

Las raíces de la firma se remontan a 1774, cuando el zapatero Johann Adam Birkenstock fundó una pequeña empresa en Fráncfort del Meno. Al término de la II Guerra Mundial, la fábrica de trasladó a la localidad de Bad Honnef, junto al Rin. La sede actual se encuentra hoy pocos kilómetros río arriba, en la localidad de Linz.

En 1963 salieron al mercado las primeras sandalias para hacer gimnasia. Los primeros clientes fueron personas del sector de la salud que las usaban en hospitales y consultas médicas. Luego, conquistaron también adeptos entre los simpatizantes del movimiento ecologista y los hippies.

Entretanto, la empresa vende también zapatos, medias, cinturones, bolsos, cosméticos naturales y, últimamente, camas. Hasta el día de hoy, los productos se caracterizan más por sus ventajas prácticas que por su belleza. "Birkenstock ha priorizado siempre dos aspectos: el diseño práctico y funcional, y la calidad. Y la funcionalidad de esos productos, sin tomar en cuenta su belleza, realmente es valorada hoy", indica a DW el profesor de mercadotecnia Fernando Fastoso.

Steve Jobs las usaba

Sandalias Birkenstock usadas por Steve Jobs.
Las sandalias de Steve Jobs, subastadas en Estados Unidos.Imagen: AP Photo/picture alliance

 Algunos personajes famosos han sabido apreciar esas virtudes. Por ejemplo, el fundador de Apple, Steve Jobs, cuyas sandalias Birkenstock fueron vendidas en una subasta por más de 200.000 dólares. También usan ese calzado afamadas modelos, como Heidi Klum o Kate Moss. "Son personas que podrían comprar cualquier marca de este mundo. Pero Birkenstock es especial", opina Fernando Fastoso.

De este modo, las sandalias se han convertido también en favoritas de los hípsters, y Birkenstock despierta el interés de grandes inversionistas en el segmento de los artículos de lujo. Hace dos años, el grupo francés LVMH, que posee marcas como Louis Vuitton y Christian Dior, invirtió en la empresa a través de la sociedad privada L Catterton, vinculada al consorcio. En ese entonces, el valor estimado de Birkenstock se acercaba a los 4.000 millones de euros.

Heidi Klum posa llevando puestas solo sus zapatillas Birkenstock.
Un modelo de Birkenstock creado por Heidi Klum.Imagen: Matt Mc Cabe/dpa/picture-alliance

"Made in Germany"

La empresa no siempre ha tratado con guante de seda a sus empleados. Hasta 2012, se les pagaba a las mujeres 1 euro menos por hora que a los hombres, con igual tarea y cualificación. En 2013 se puso fin a esa injusticia, tras un fallo del tribunal laboral.

Desde mediados de 2021, Oliver Reichert dirige los negocios de Birkenstock. Es la primera persona ajena a la familia en llevar el timón. Y eso, a juzgar por los resultados, le ha sentado bien. Expertos estiman que, al salir a la bolsa, el valor de la empresa podría ascender próximamente a unos 8.000 millones de euros.

En círculos empresariales se dice que la producción se seguirá realizando en Alemania. Al fin y al cabo, la etiqueta  made in Germany también es parte del éxito de Birkenstock.

(ers/ms)