Berlín: ¿paraíso para especuladores?
12 de mayo de 2016Según dice en su página web, los objetivos del fondo de inversión británico offshore Taliesin son muy claros: comprar edificios en Berlín y sanearlos para aumentar el alquiler y sacar el máximo beneficio. Para los inquilinos del barriode Kreuzberg, unas prácticas alarmantes, ya que acusan a los fondos de no cumplir con las reformas obligatorias a cambio de hacer obras innecesarias para aumentar el precio del alquiler. Para otros muchos, un claro ejemplo de cómo los especuladores utilizan los vacios legales para esquivar las leyes de alquiler y agravar aún más el problema de la falta de vivienda en la capital alemana.
Protestas contra reformas
Asentado en la isla de Jersey, en el Canal de la Mancha, el fondo Taliesin tienen unos 50 edificios con 1500 viviendas y oficinas en propiedad. La empresa planea aislar los muros y renovar las ventanas de un edificio por unos 26.000 euros, cantidad que tendrán que pagar los inquilinos. A ellos, de nada les sirve tener un alquiler fijo estipulado, ya que estas reformas se permiten al ser consideradas como “saneamiento energético”.
Giles Schumm reside en este edificio desde hace 12 años y, según sus cálculos, la reforma hará que el alquiler suba un 80%. Como inquilino, acusa a la empresa de falsear los datos para obtener los permisos de reformas. “Reducen la anchura de los muros y no indican los problemas de las ventanas en el sótano o que el tejado no esté aislado”, dice. Al parecer, la empresa no tiene previsto solucionar esos problemas. Esas reformas formarían parte del mantenimiento del edificio y, al contrario que los de saneamiento energético, debería pagarlos el propietario. “¿Cómo se puede ahorrar energía así?”, se pregunta Schumm.
¿Saneamiento energético o especulación?
Caren Ley, portavoz en política de vivienda del partido de La Izquierda, cree que es bueno ahorrar energía. “Pero desde el punto de vista técnico es muy dudoso”, aclara. Aislando las puertas y ventanas se consigue un gran efecto con poco dinero. “Pero en vez de limitarse a eso, se reviste todo el edificio con aislante y es difícil saber si eso es necesario”, explica Ley. En su opinión, la ciudad se convirtió en “El Dorado” para los especuladores y algunos barrios centrales como Kreuzberg están en el punto de mira, pese a las quejas por las subidas de alquiler en aras del saneamiento energético.
Carsten Brücker, presidente de la asociación de propietarios Haus+Grund, comprende la posición de los inquilinos, porque las reformas cuestan a veces más que lo que ahorran. Sin embargo, no culpa a los inversores sino a las directrices medioambientales y las medidas de ahorro energético. “Se presiona a los propietarios para que reduzcan las emisiones”, explica. Una versión que contradice el consejero del distrito Hans Panhoff. Según él, las directrices medioambientales se limitan al aislamiento del tejado y el sótano. “Nadie está obligado a revestir las paredes”, aclara a DW.
Pese a las leyes que protegen al inquilino, en la normativa berlinesa hay vacios legales y para los inversores solo es cuestión de burocracia. Sin embargo, para personas como Schumm el asunto es más preocupante; advierte de que los fondos obligan a mudarse a la gente que viven allí desde hace décadas. “Tengo miedo de que Berlín acabe siendo como Londres, donde los bancos permiten que los edificios se queden vacios”, concluye.