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Igualdad de derechosAlemania

Berlín honra a un ícono de la lucha contra la discriminación

Julie Gregson
9 de julio de 2024

Berlín puso oficialmente a una de sus calles el nombre de Audre Lorde, activista y autora que impulsó el debate antirracista en Alemania.

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El nombre de Audre Lorde en una calle de Berlín.
El nombre de Audre Lorde en una calle de Berlín.Imagen: Jürgen Held/IMAGO

"Negra, lesbiana, feminista, socialista, madre, guerrera, poeta”: así se autodefinía Audre Lorde, ícono del movimiento LGBTQ+.  Hija de inmigrantes caribeños, nació en Nueva York en 1934 y fue laureada por sus obras de apasionada poesía y sus ensayos.

Lorde, que murió en 1992, visitó regularmente Berlín durante los últimos 8 años de su vida. Allí impulsó el movimiento de mujeres afroalemanas.

La Iniciativa de Personas Negras en Alemania (ISD) y la Asociación de Mujeres Negras en Alemania (ADEFRA) surgieron en los años 80 y 90 para luchar contra el racismo, promover la visibilidad política y cultural, y desmentir el supuesto de que no era posible ser negro y alemán a la vez.

Ahora, Berlín bautizó oficialmente con su nombre una calle del barrio multicultural de Friedrichshain-Kreuzberg. La iniciativa fue impulsada por activistas LGBTQ+ y antirracistas, así como por el Partido Verde, y tiene por objetivo reflejar la diversidad de la sociedad en el espacio público. Friedrichshain-Kreuzberg, gobernado por los Verdes, resolvió hace casi una década poner nombres de mujeres a las calles hasta lograr la paridad.

Rompiendo tabúes

Lorde vino por primera vez a la ciudad en 1984 como profesora invitada en la Universidad Libre de Berlín Occidental (FU Berlín). Allí, ofreció un seminario sobre la poesía de las mujeres negras, un tema que resultaba una novedad en aquella época.

Fue un momento decisivo para Katharina Oguntoye, hoy escritora, historiadora y activista, quien describe a Lorde como una persona "muy carismática".

"Era una superheroína", dice Oguntoye a DW. "Era capaz de conectar con la gente e inspirarla. Ese era uno de sus grandes talentos, dondequiera que fuera por el mundo".

En aquella época, explica Oguntoye, el tema del racismo seguía siendo extremadamente tabú en Alemania. "La gente hablaba del Holocausto y de la xenofobia, pero era muy distinto hablar del racismo".

"No existe una jerarquía de opresiones"

Dagmar Schultz, profesora de la Universidad Libre de Berlín en aquella época, atribuye a Lorde la idea de interseccionalidad. Este concepto apunta a que las personas pueden ser objeto de múltiples tipos de discriminación y marginación superpuestos. Por ejemplo, la sociedad trata a una lesbiana negra de forma diferente a una mujer heterosexual negra, que, a su vez, experimenta una discriminación diferente a la de una mujer heterosexual blanca.

"No existe una jerarquía de opresiones", escribió Lorde en 1983, advirtiendo al mismo tiempo del peligro de luchar contra algunas formas de discriminación e injusticia, pero no contra otras. Pidió a las feministas alemanas blancas que pusieran el foco en el racismo, también por su propio bien.

Audre Lorde, poeta y luchadora contra la discriminación.
Audre Lorde, poeta y luchadora contra la discriminación.Imagen: IMAGO/GRANGER Historical Picture Archive

Schultz, una alemana que había participado en el movimiento por los derechos civiles en EE. UU. en la década de 1960, publicó una antología que incluía ensayos de Lorde, obra que impulsó a Katharina Oguntoye a visitar el seminario de la universidad berlinesa.

La experiencia afroalemana

Con el apoyo de Lorde, Oguntoye y la difunta poeta May Ayim -ambas veinteañeras por aquel entonces- escribieron la innovadora antología "Farbe bekennen", que en alemán quiere decir "tomar postura”, pero literalmente significa algo así como "dar a conocer el color". Más tarde se publicó en inglés con el título "Showing Our Colors. Afro-German Women Speak Out".

Fue el primer libro que utilizó la perspectiva de personas negras para trazar biográfica y académicamente la historia afroalemana desde el Imperio prusiano hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

En su infancia, Oguntoye vivió a ambos lados de la Cortina de Hierro. Nacida bajo el régimen comunista de la República Democrática Alemana, se trasladó brevemente a Nigeria y luego a la República Federal de Alemania.

"Solía decir en mi trabajo contra el racismo: 'Hola, soy doblemente alemana'. La gente se escandalizaba porque pensaba que las personas negras no podían ser alemanas. Creo que es un mito metido en la cabeza de los alemanes, que los alemanes son blancos, rubios y de ojos azules".

Posteriormente, Oguntoye cofundó la ISD y ADEFRA, así como la asociación berlinesa Joliba, una red intercultural que ofrece ayuda a familias negras y afroalemanas.

Solidaridad y alianzas contra el racismo

La exposición fotográfica "Audre Lorde - Los años de Berlín" acompaña el bautizo de la calle. Incluye fotografías de Dagmar Schultz, quien también hizo un documental, creó archivos y un viaje en línea por Berlín señalando los lugares donde Lorde vivió y trabajó.

En la inauguración, la académica Marion Kraft recitó el último poema de Lorde: "Berlín Oriental, diciembre de 1989". La obra trata del auge del racismo tras la caída del Muro de Berlín. En medio del auge de la extrema derecha en Alemania y en toda Europa, el acto subrayó la necesidad permanente de solidaridad y de crear alianzas contra el racismo.

Schultz, que ahora tiene poco más de 80 años, recuerda a Lorde sobre todo por su espíritu de lucha, y su actitud positiva hacia su propia vida, a pesar de una larga enfermedad, enfocada en el cambio.

"Ella planteó la pregunta: '¿Qué quieres hacer con tu vida?'. Y dijo: 'Recuerden que todos tienen algo de poder. Aunque sea muy poco, traten de definir su poder y traten de usarlo porque, de lo contrario, se desperdiciará o se perderá, o será usado en su contra."

(ers/cp)