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Beira, una "ciudad esponja" contra el cambio climático

Stefan Arno Möhl
25 de mayo de 2021

Como ciudad costera, Beira, en Mozambique, está expuesta a climas extremos. En lugar de diques, la metrópoli se apoya en manglares, parques y arroyos para frenar el agua, convirtiéndose así en una "ciudad esponja".

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El Parque Verde de Beira, en Mozambique.
El Parque Verde de Beira, en Mozambique.Imagen: Stefan Möhl/DW

Beira: una ciudad lucha contra el cambio climático

Objetivo del proyecto: El proyecto "Infraestructura urbana verde en Beira” apoya un plan de desarrollo urbano sostenible y holístico para ayudar a los millones de habitantes de la ciudad a adaptarse a las consecuencias del cambio climático. Se espera que los espacios verdes, así como la oferta social y cultural de Parque Verde, mejoren la calidad de vida de los habitantes de la ciudad y, al mismo tiempo, creen oportunidades de ingresos y empleo, tanto directas como indirectas. 

Socios del proyecto: El proyecto está financiado por el Gobierno de Mozambique, el Banco Mundial y el banco alemán gubernamental de desarrollo (KfW, por sus siglas en alemán), y cuenta con el apoyo de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán). 

Presupuesto: Se dispone de un total de 17 millones de euros para la transformación de Beira en una ciudad esponja. El KfW aporta 13 millones de euros al proyecto.

Duración: de 2016 a 2023.

La ciudad costera de Beira, en Mozambique, es una de las ciudades más amenazadas por el cambio climático en todo el mundo. En 2019, el ciclón Idai destruyó casi por completo la ciudad. Para reconstruirla, Beira confía ahora en una estrategia sostenible de control de inundaciones. En lugar de diques, canales y cuencas de retención de hormigón, se están recuperando los cursos de los ríos y arroyos de la zona urbana y plantando manglares. Al mismo tiempo, se están creando espacios verdes que absorberán el agua de las crecidas como una esponja en caso de emergencia, protegiendo así la ciudad de las inundaciones. La pieza central del proyecto es el Parque Verde de 45 hectáreas en el centro de la ciudad, alrededor del río Chiveve.

Los conservacionistas celebran el planteamiento, pero no todos los habitantes de Beira apoyan las medidas. Por ejemplo, se va a demoler un asentamiento de pescadores para dar paso a más manglares. Los pescadores afectados están preocupados por su sustento, ya que en el futuro deberán vivir en campamentos alejados de la costa. ¿Cómo conciliar la conservación de la naturaleza y sus consecuencias sociales en Beira?

Un videorreportaje de Stefan Arno Möhl