Bautzen: la ciudad de las torres
3 de abril de 2006
Esta ciudad sajona Bautzen fue durante mucho tiempo símbolo del terror y del miedo. Presos de la persecución comunista pasaron años en Bautzen, y no de vacaciones. La Stasi, el servicio secreto en tiempos de la República Democrática Alemana, convirtió a Bautzen en sede de uno de sus más fatalmente famosos centros penitenciarios, y la imagen de esta cárcel ha perseguido a la hermosa ciudad como una sombra imborrable. Sin embargo, la correlación de acontecimientos no hace justicia a la pequeña ciudad sorbo-germana, que cuenta con un impresionante centro histórico.
17 torres y bastillas
El panorama inconfundible de Bautzen se lo dan sus 17 torres y sus castillos medievales. El caso viejo con sus más de mil edificios históricos está situado en un altiplano de granito que se alza majestuosamente por encima del valle del río Spree. Las calles están enmarcadas por fachadas preciosas en los estilos artísticos aglomerados de varios siglos, un conjunto pintoresco inolvidable.
En otoño de 1989, el año de la reunificación de Alemania, los 300 monumentos conmemorativos de Bautzen aún se encontraban en estado deplorable y el 42% de los edificios antiguos estaban vacíos. Desde entonces, se han invertido unos 52,7 millones de euros en la reconstrucción de la ciudad que hoy presenta un paisaje urbano hermoso y colorido. Su ambiente recuerda al de una ciudad italiana.
Witjace k nam! Herzlich Willkommen!
Los letreros de Bautzen están escritos en dos idiomas, en alemán y en sorbo. Desde hace siglos, alemanes y sorbos, descendientes de un pueblo eslavo, viven juntos y en paz en esta pequeña ciudad.
El pueblo de los sorbos tiene su propia cultura y tradiciones. Cafés, restaurantes y bares ofrecen comida sorba. En numerosos eventos culturales y deportivos se observa como conviven las tradiciones regionales que dan su unicidad a la pequeña ciudad. Especialmente la Semana Santa es una experiencia única.
También se encuentra en Bautzen el teatro público sorbo-germano, el único teatro profesional bilingüe de Alemania, un espectáculo de marionetas que desde 1961, goza de gran prestigio.
No olvidar el pasado
Lamentablemente, muchos siguen relacionando con Bautzen su pasado penitenciario. La ciudad se esfuerza por cambiar esta imagen negativa, pero sin intentar negar su historia. La antigua prisión de la Stasi se convirtió derrocado el régimen comunista en lugar de conmemoración. El "mal amarillo", como se apodaba a una cárcel que muchos años después de la caída del Muro todavía estaba en activo, permite hoy la entrada al público a modo de museo, testigo de los tiempos de tristeza.
Las consultas turísticas han aumentado significativamente en los últimos años. Hasta en África y en Japón despierta curiosidad la ciudad sajona. Los funcionarios de Bautzen se esmeran por contestar a las peticiones de material informativo que les llegan constantemente.
En el 2002, la ciudad cumplió 1000 años. Los festejos dejaron claro que Bautzen ya no es la "ciudad del terror". Hoy existe otra Bautzen, una Bautzen que merece la pena visitar.