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Banqueros soñolientos

Rolf Winkel6 de enero de 2004

La banca alemana está perdiendo su competitividad. Mientras unos critican las rígidas leyes internas, otros afirman que los bancos alemanes empezaron muy tarde a ofrecer servicios más baratos y eficientes.

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Castillo de Neuhardenberg, centro cultural de propiedad de cajas de ahorro alemanas.Imagen: AP

Hay expertos que ya anuncian la toma de los bancos alemanes por parte de consorcios internacionales. Los bancos alemanes se han convertido en "pesos livianos" del mundo de los negocios. Su funcionamiento genera muchos costos y son poco rentables. Mientras los grandes bancos británicos - durante el primer semestre de 2003 – reportan ganancias del 16% sobre su propio capital, los franceses reportan 11 y los alemanes ni siquiera el 1% de ganancias.

Enanos entre gigantes

Tres años de crisis bursátil redujeron el valor de muchas instituciones del sector bancario. Mientras las acciones del británico HSBC se cotizan por 135 mil millones de euros, las del grupo Deutsche Bank, Dresdner, Commerz y HypoVereinsbank apenas alcanzan el valor de 65 mil millones. O sea una tercera parte del valor del número uno: el estadounidense Citigroup.

Los banqueros alemanes critican el "sistema de las tres columnas" . El negocio del dinero está distribuido en Alemania en 350 bancos privados, unas 520 cajas de ahorros estatales y 1.500 bancos cooperativos o populares. Según, Jens Kufer, de Mummert Consulting con sede en Hamburgo, "los bancos privados están estrechamente vinculados a la clientela de la mediana industria. Las cajas de ahorro estatales están respaldadas por fianzas de los mismos municipios, lo que representa una inmensa ventaja frente a los bancos privados".

Fin de las subvenciones

Estas fianzas son, en realidad, una especie de subvenciones estatales para la banca pública que de acuerdo a nuevas regulaciones de la Unión Europea, tendrán que desaparecer a partir de 2005. No en vano, la caja de ahorros de Colonia – con 1,6 millones de cuentas, la más grande de Alemania - prepara una fusión con sus homólogas de Bonn, Leverkusen y Düsseldorf.

Por lo general, un banco europeo de mayor envergadura obtiene el 51% de sus ganancias con clientes privados. Esto no lo pueden hacer los alemanes porque las cajas de ahorros o bancos públicos acaparan el 80% de los negocios privados. Las rígidas leyes que dividen los tres sectores de la distribución bancaria en Alemania sólo permite fusiones entre institutos de la misma especie.

Cambios se avecinan

Pero no todo tiene que ser eterno. El alcalde de la localidad de Stralsund, al norte del país, quiere vender la caja municipal de ahorros a un banco público. Si este negocio funciona, los expertos predicen el derrumbe del inflexible sistema de distribución de los negocios bancarios en Alemania. Esto mejoraría las cosas en el deficitario sector bancario alemán. La baja rentabilidad es, por lo demás, lo que ha salvado a los bancos alemanes de haber sido "devorados" por la competencia extranjera, concluye Wolfgang Gerke, profesor de asuntos bancarios y bursátiles de la universidad de Erlangen-Nurenberg, pues "ninguna junta directiva podría justificar la compra de institutos tan deficitarios".