Balance de una guerra contra el pesimismo

"Tú eres Alemania". "¿Yo? No, yo no soy el alemán típico", diría un típico alemán, que prefiere identificarse con características comúnmente atribuidas a los habitantes de otras latitudes más australes, como saber disfrutar de la vida... Pero el slogan se fue grabando, poco a poco, en la mente y el lenguaje de una nación bombardeada desde hace cinco meses desde las pantallas de cine y televisión, al igual que desde las páginas de los diarios y afiches callejeros, con esta campaña de identificación nacional.

Los famosos y los otros

El balance que hizo el emprendedor de la iniciativa, el consorcio mediático Bertelsman, es tan positivo como el mensaje que se intentó entregar a granel: "La campaña es una muestra de que sí es posible entusiasmar a los alemanes". Los más entusiastas, en todo caso, fueron los empresarios del ramo de las comunicaciones que, haciendo gala de un desprendimiento sin parangón, pusieron a rodar los engranajes publicitarios en un esfuerzo cifrado en unos 32 millones de euros.

Así, numerosos personajes alemanes famosos, entre ellos la estrella del patinaje sobre hielo Katarina Witt y el arquero de la selección alemana Oliver Kahn se encargaron de espetarle al espectador escéptico: "¡Tú eres Alemania!" Claro que es más fácil "ser Alemania" cuando se cuenta con la fama de un futbolista de primer rango o la gracia de una princesa de las pistas heladas, todo esto aderezado con sendas fortunas, que cuando se es un simple desempleado como tantos. Así contraatacaron los protagonistas de diversos programas satíricos, que encontraron un tema como mandado a hacer para sus libretos irónicos.

El deporte de la crítica

Hubo también quien sacó a colación un molesto recuerdo de la época nazi, concretamente una vieja fotografía de una manifestación, en la que una pancarta exhibía un slogan parecido. Tuvieron que intervenir los historiadores para aclarar que un alcance de esta naturaleza no tiene relación alguna con la actual campaña. Y para recordar que, si hubiera que borrar del vocabulario todas las palabras alguna vez empleadas en tiempos de Hitler, éste se reduciría probablemente a unos cuantos términos como "cool" o "computer", que afortunadamente no llegaron a usar los nazis.

Criticar es justamente uno de los deportes más populares en Alemania. Y justamente contra esa manía nacional apuntaba la campaña, parafraseando a John Kennedy al aconsejar: "no preguntes lo que tu país puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país." La intención era, en síntesis, movilizar la energía individual y también la autoestima. "Tú eres Alemania", "Tú eres Beckenbauer", "Tú eres Einstein", machaca la página de internet de la iniciativa. Que muchos alemanes por estos días intenten mejorar su destreza con el balón, al estilo del Kaiser en sus mejores tiempos, no es atribuible sin embargo a esta publicidad, sino a la fiebre futbolística desatada por el Mundial. Ahora bien, si se multiplican las melenas enmarañadas y cunde la afición a sacar la lengua, ya conocemos la causa...