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Autónomos observadores del clima

22 de mayo de 2012

11.000 estaciones meteorológicas recaban mundialmente datos sobre el tiempo y el clima, y 135 de ellas están en México. Éstas permiten hacer las predicciones meteorológicas globales y observar los cambios climáticos.

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Paisaje erosionado en la Sierra Madre Oriental.Imagen: Earth Resources Observation and Science Center/public domain

La vista hacia el horizonte en la reserva Ría Lagartos en la península de Yucatán en México está casi libre de obstáculos, ya que la vegetación es de baja altura y el terreno es plano. La laguna del mismo nombre se encuentra en la reserva natural en la costa del golfo y existen muy pocas colinas en el camino hacia ella. No obstante, un armazón blanco de metal de diez metros de altura se eleva hacia el cielo en el corazón del parque natural. La estructura se encuentra junto a una cabaña que pertenece a las oficinas de administración del parque. La propiedad está rodeada de una valla para impedir el paso a ladrones de metal y a animales.

La estructura es una de las 135 estaciones meteorológicas automáticas en México que recaba y envía datos sobre el tiempo a meteorólogos alrededor del mundo. Para ello, lleva en su parte superior antenas resistentes a la intemperie así como paneles y cajas pequeñas equipadas con instrumentos de medición. La estación opera de manera completamente autónoma. En el mejor de los casos, no es necesario que un técnico la visite en años.

El técnico jefe del Servicio Meteorológico Nacional de México (SMN), Efigenio Cruz Ayala explica, "Desde que han sido instaladas, nuestras estaciones trabajan sin grandes problemas". El SMN empezó a montar las estaciones a fines de los años noventa. "Generalmente se tarda cinco días en montarlas", explica Efigenio Cruz Ayala. "Primero se hacen los cimientos, luego se construye la torre de soporte en el que se montan los instrumentos, y para completar, se verifica que todos los datos se transfieran correctamente", concluye.

De ahí la estación queda abandonada a su destino. Sólo ocasionalmente pasa un técnico a revisarla, ya que el viento trae hojas y arena que quedan atrapados en los instrumentos y pueden interferir en el funcionamiento de la estación. A veces se trata simplemente de un pájaro que construye un nido entre las antenas y ensucia los instrumentos.

Pronóstico para el futuro en base a datos del pasado

Hay estaciones meteorológicas automáticas como la que utiliza el SMN en México en 11.000 puntos en todo el mundo. Ellas hacen cada diez minutos una medición del tiempo en su región y envían los datos vía satélite a unas cuantas a instituciones de servicio meteorológico en diferentes países, debido a que no todos los institutos meteorológicos son capaces de procesar tan grandes volúmenes de datos.

Una de las instituciones que reciben los datos de México es el Servicio Meteorológico Alemán (DWD), en Offenbach. Las mediciones provenientes de las estaciones llegan con los metadatos como la altitud, el terreno en el lugar y la hora UTC. De esta manera, las mediciones son independientes de la hora local en el punto de medición, ya que los datos tardan un buen tiempo en llegar al instituto meteorológico. Uwe Kirsche, que trabaja en DWD, cuenta que "los datos que más tardan en llegar son los que provienen del mar de Weddel en la Antártida – tardan cuatro horas". Los datos provenientes de México llegan algo más rápido: tardan entre dos a tres horas de su medición.

El DWD utiliza los datos de las 11.000 estaciones para monitorizar el clima en el mundo, pero también para elaborar el pronóstico meteorológico global. "Un viento que se produce en la costa oeste de África se puede convertir unos días más tarde en un huracán ante la costa este de Norteamérica", explica Uwe Kirsche. En casos como éste, los servicios meteorológicos pueden emitir con anticipación advertencias meteorológicas. Sin embargo, los datos de las estaciones meteorológicas son también importantes a largo plazo. Son incorporados a los modelos de cálculo de los servicios meteorológicos, con la esperanza de que los datos del pasado ayuden a predecir el clima en futuro.

La observación del tiempo con datos provenientes de otras redes

La red principal de datos de las estaciones meteorológicas de un país se puede complementar con datos de redes secundarias o terciarias, lo cual permite elaborar un mapa meteorológico completo del país. Por ejemplo, el Servicio Meteorológico Nacional mexicano opera 44 estaciones meteorológicas adicionales que proporcionan más datos para el pronóstico del tiempo regional.

Además, los estados federales de México utilizan sus propias redes locales. Las estaciones se encuentran generalmente en sitios de importancia ecológica, que incluyen las áreas protegidas.

Monitoreo del cambio climático y alteraciones en la biodiversidad

La Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GIZ) ha montado en colaboración con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) de México cinco estaciones en la Sierra Madre Oriental. "Instalamos las estaciones meteorológicas principalmente con el fin de observar el impacto del cambio climático sobre la biodiversidad en la Sierra Madre Oriental", explica Edgar Camacho Castillo, asesor del GIZ en el proyecto "Cambio Climático y Gestión de Áreas Naturales (CCyANP).

Las montañas de la Sierra Madre se consideran como un centro de la biodiversidad. Aparte de las selvas secas, se encuentran aquí bosques nublados, bosques mixtos de pinos y robles, así como diversos pantanos y ciénagas. La región se extiende sobre un total de 2,5 millones de hectáreas y alberga tres reservas naturales. Si, a largo plazo,el cambio climático altera también el clima aquí, los frágiles ecosistemas y sus habitantes están en peligro.

Para comprobarlo, las nuevas estaciones proporcionan datos sobre el clima a lo largo de 900 kilómetros. "Hemos seleccionado diferentes elevaciones para los puntos de medición para poder reproducir el perfil geográfico de la Sierra Madre Oriental", explica Edgar Camacho Castillo. Ya que, a diferencia de la topografía plana de Río Lagartos, las altas montañas de hasta 3.700 metros son las que aquí dominan la vista del paisaje.

Autor: Caroline Ringel / CS

Editor: Enrique López