Asalto al Parlamento checheno deja muertos y heridos

Hechos como los vividos esta mañana en la república caucásica de Chechenia demuestran que la paz todavía no ha regresado por completo a la región. Según el portavoz de la policía local, Vladimir Markin, fueron varios los que hombres irrumpieron fuertemente armados en las instalaciones del Parlamento de Grozny, la capital chechena.

Sobre los asaltantes se cree que se trata de presuntos insurgentes islamistas contrarios al Kremlin. En Chechenia, pero también en otras las repúblicas federadas rusas del norte del Cáucaso, como Daguestán e Ingushetia, separatistas musulmanes- que quieren instaurar un “emirato independiente” en la zona- y bandas criminales se enzarzan con frecuencia en sangrientos enfrentamientos con unidades militares y policiales fieles a Moscú.

Los diputados, sanos y salvos

Hoy era día de sesión en el Parlamento de Grozny. El edificio estaba, por lo tanto, lleno. Al menos seis personas fallecieron y otras 17 resultaron heridas en el ataque. Las fuerzas de seguridad informan que varios vigilantes del recinto fueron asesinados por los rebeldes y que otras personas murieron cuando dos de los insurgentes se hicieron volar por los aires. A la lista de víctimas, incompleta todavía, el viceministro de Interior de Chechenia, Roman Edilov, sumó dos policías, en declaraciones a la agencia Ria Novosti.

Al parecer, los extremistas colaron con un convoy de automóviles de diputados, entrando así sin ser percibidos en la Cámara. Uno de ellos se inmoló nada más iniciarse el asalto, otros se atrincheraron con un grupo de rehenes. El presidente checheno, el prorruso Ramsan Kadyrov, se desplazó poco después de conocer la noticia al lugar y dirigió personalmente el operativo contrainsurgente.

Al final, la policía logró entrar en el inmueble, rescatar a los dirigentes del Parlamento y a los demás diputados, sacándolos del lugar en vehículos blindados, según informó la televisión estatal, y acabar con la acción. "Todos los terroristas fueron liquidados", aseguró Kadyrov, quien informó de los hechos por teléfono al primer ministro ruso, Vladimir Putin. (dpa)

Editora: Luna Bolívar Manaut