El equipo donde trabaja Andrés en el Charité está conformado por un 60 por ciento de doctores e investigadores latinoamericanos. No es una coincidencia porque su foco de estudio son las enfermedades emergentes y éstas ocurren sobre todo en América Latina. "América Latina es un hotspot de nuevas enfermedades. En cuanto al SARS-CoV2 hemos estado ofreciendo entrenamiento en países como México, Guatemala, Honduras, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia y ahora vamos a Paraguay”, dice en entrevista con Pía Castro. Alemania, y particularmente el Charité, ha sido uno de los pioneros en la investigación de agentes infecciosos. El coronavirus actual se pudo entender muy rápidamente debido a que existía mucha información del SARS-CoV1, su versión anterior. Andrés y su equipo han llevado información a los países latinoamericanos concerniente a hacer diagnósticos de PCR, de tests rápidos, de las probabilidades de falsos positivos y de las virtudes y consecuencias de las vacunas. "Si uno tenía que ir a otro país y para eso debía vacunarse con riesgo a efectos secundarios, ¿por qué no se vacuna contra el SARS-CoV2?”, dice y manda el mensaje de que la vacunación es una de las formas de mejor proteger al resto de la población.