Aquisgrán, centro de la protesta ecologista europea
21 de junio de 2019Venidos de toda Europa y apoyados por jóvenes manifestantes en favor del medio ambiente, varios miles de activistas iniciaron este viernes (21.06.2019) su marcha para intentar la ocupación de una enorme mina de carbón en el oeste de Alemania. Los militantes, precedidos por una banda y en columnas de varios centenares de personas, abandonaron el "campamento climático" que han montado en la región alemana de Ruhr, donde practicaron técnicas para evitar a la Policía, en un festivo ambiente de utopía ecológica, a unos 30 kilómetros de la enorme mina de Garzweiler. "Somos imparables. Otro mundo es posible" cantaban los jóvenes, que inscribieron un número de identificación en sus brazos o piernas. La mayoría de ellos ignoraba el itinerario, considerado secreto. En esta gran zona de características lunares, la presencia policial era discreta.
Autosuficiente, vegana, dotada de un hospital y hasta un cine al aire libre, una panadería y una guardería, esta aldea temporal montada por la organización "Ende Gelaende" permite también a muchos jóvenes activistas iniciarse en actos de "desobediencia civil", acciones consideradas ilegales pero no violentas. El plan de los activistas es forzar las barreras policiales para ingresar y ocupar la inmensa mina de lignito, un carbón barato y extremadamente contaminante. "Ende Gelaende" ocupa partes de esa mina desde el año 2015, pero la edición de este viernes tiene una dimensión particular no solo por el número de activistas que busca burlar la acción policial sino porque tendrá el respaldo del joven movimiento Fridays for Future.
Fridays for Future en Aquisgrán
Además de los activistas que buscan ocupar la mina, unos 20.000 estudiantes de secundaria realizan una "manifestación europea" en la ciudad de Aquisgrán, a escasos kilómetros, seguida por una acción de "apoyo" a los eventos en la mina. "Por qué estudiar, si no tenemos futuro" o "Si la tierra fuera un banco, ya la habrían salvado" se podía leer en las pancartas de los primeros manifestantes.
Desde ayer, muchos activistas, incluyendo numerosos menores de edad, ya se encontraban en el campamento de Ende Gelaende, donde recibían entrenamiento y consignas de seguridad. Muchos confiaban en permanecer "detrás de las líneas". "Siempre fui una ciudadana modelo, nunca transgredí la ley. Pero en realidad eso no cambiará nada si no hacemos algo de inmediato. Y estaré lista para ir más allá", dijo una joven de 19 años que se presentó como Doerte, un nombre ficticio. En medio de las tareas de organización y limpieza del campamento, todos repasaron los escenarios posibles: arrestos, heridas, crisis de pánico... Todo por salvar el clima.
MS (afp/dpa)
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