Aprueba Italia solicitud de juicio a Manuel Antonio Noriega
11 de octubre de 2011“Es una victoria en la lucha por la memoria de mi hermano”, dijo desde Roma Guido Spadafora, hermano del ciudadano panameño de origen italiano Hugo Spadafora Franco, decapitado en 1985 por órdenes del dictador Manuel Antonio Noriega, quien no imaginó que la ejecución de su peor enemigo era la primera piedra que derrumbaría años después la dictadura que encabezó desde la muerte del general Omar Torrijos en 1981.
Una larga historia
Luego de cumplir 20 años de cárcel en Estados Unidos por vínculos con el Cartel de Medellín en el narcotráfico en América Latina, Noriega fue condenado en 2010 por la justicia francesa a siete años de cárcel por lavado de dinero. Este mes de septiembre se le concedió la libertad condicional, al considerar que había cumplido más de la mitad de su condena: año y medio detenido en Francia y los dos años y medio que permaneció en Estados Unidos a la espera de su extradición a París.
Noriega debería permanecer hasta el 16 de noviembre en la cárcel parisina de La Santé mientras se definía su extradición a Panamá, pero con esta decisión del Ministerio de Justicia italiano cambia todo el panorama: los tribunales de Italia deberán solicitar su arresto y traslado a territorio italiano, como paso previo a un juicio que, según la familia Spadafora, podría traer verdadera justicia sobre un caso que se abrió en 1993 en los tribunales panameños, pero estuvo plagado de irregularidades jurídicas y manipulaciones políticas que propiciaron que los criminales recibieran condenas que ni siquiera llegaron a cumplir.
Justicia a las víctimas
“Hace unos meses solicitamos a Italia que se tramitara el ajusticiamiento de Noriega por el asesinato de mi hermano Hugo, pues existen poderosas razones para creer que la justicia panameña podría permitir casa por cárcel a un dictador que todavía tiene muchas deudas de sangre con el pueblo panameño”, dijo desde Panamá Carmenza Spadafora, otra de las hermanas de Hugo Spadafora Franco, refiriéndose a que, de juzgarse al exdictador en Italia, estaría haciéndose justicia también a todas las víctimas de la dictadura, entre ellas el sindicalista Heliodoro Portugal, asesinado en 1970, y el general Moisés Giroldi, masacrado en 1989 por órdenes de Noriega, luego de intentar un golpe militar para terminar con la dictadura.
“El ejemplo de dignidad y amor a la verdad que legó Hugo Spadafora a la historia política panameña es muy necesario en los momentos de corrupción que vive nuestra tierra”, dijo el escritor y activista político Mauro Zúñiga, una de las víctimas más conocidas de la represión en tiempos de la dictadura militar, “ese ejemplo es un fantasma que va a perseguir a un criminal como Noriega hasta que la justicia se imponga”.
Autor: Amir Valle
Editor: Enrique López